Estos son los efectos de la ola de calor en las mascotas: ¿Cómo cuidar a nuestros perros y gatos?
Los animales también pueden sufrir las consecuencias de las altas temperaturas con golpes de calor
Los efectos de la ola de calor, con temperaturas por encima de los 40 grados durante estas jornadas, no sólo afecta a los seres humanos. Nuestras mascotas pueden también sufrir las consecuencias, que puede llevar a los llamados golpes de calor, o termoplejia.
Y es que el aumento de la temperatura corporal de perros y gatos hasta los 42 º C puede provocar una pérdida de líquidos corporales. Los perros, a diferencia de los humanos, no transpiran, y regulan su temperatura a través del jadeo. Esta pérdida de fluidos corporales provoca un espesamiento de la sangre, de manera que su circulación se vuelve más lenta. El enlentecimiento de la circulación dificulta la funcionalidad del sistema circulatorio, y acaba provocando una disminución progresiva del transporte de oxígeno a todo el organismo.
Para tener precaución se puede tener en cuenta ciertos síntomas y evitar varias situaciones, como explican desde MSD Animal Health en un comunicado.
Así, explican, debemos evitar dejarles encerrados en vehículos o en terrazas acristaladas, tenerles atados en el exterior o realizar paseos con temperaturas muy elevadas, especialmente peligroso en perros adultos y ejemplares de razas braquicéfalas, como el bulldog o el bóxer.
Síntomas
Existen algunos síntomas que nos pueden indicar que nuestra mascota está padeciendo un golpe de calor. El primero es un jadeo continuado e intenso con producción abundante de baba. A continuación, el animal puede mostrar serias dificultades para respirar y evidenciar signos de inquietud y nerviosismo.
Si nos fijamos en su boca, podremos ver si sus encías presentan tonalidades azuladas a causa de la deficiente oxigenación orgánica. Otro de los síntomas es que se reduzca su capacidad para moverse con normalidad, lo que puede llevarle a perder el conocimiento, presentar temblores, alteraciones del equilibrio, espasmos o convulsiones.
Consejos
Javier Godino , veterinario experto en animales de compañía en MSD Animal Health, recomienda: “Si se diera el caso de que nuestro perro está sufriendo un golpe de calor, lo primero que debemos hacer es alejar a nuestra mascota del entorno que le ha producido el golpe de calor. Si nos encontramos próximos a una clínica veterinaria, acudiremos a ella inmediatamente”.
“Si no hay ninguna cercana, debemos seguir el siguiente protocolo: si el perro está consciente, es conveniente desplazarlo a la sombra y ofrecerle agua fresca de forma controlada.
“Seguidamente”, continúa, “debemos bajar la temperatura corporal del perro. Para ello, debemos mojarle. Si es posible, lo haremos por todo su cuerpo, con agua fría, ¡y los aplicaremos sobre todo en zonas como cuello, axilas e ingles”.
Los gatos
Para regular su temperatura corporal, los gatos aprovechan la evaporación de la saliva que dejan sobre su pelaje durante sus sesiones de acicalamiento. Si se someten a altas temperaturas, los gatos, igual que las personas, pueden sufrir un golpe de calor.
Al igual que sucede con los perros, existen algunos síntomas que pueden indicarnos si nuestro gato está sufriendo un golpe de calor, como jadeo, dificultad al respirar, enrojecimiento intenso de las mucosas, fiebre o vómitos.
Entre los consejos para prevenirlos, los expertos recomiendan que lo primero es asegurar un ambiente fresco. A los gatos no les resulta tan fácil como a las personas regular su temperatura corporal. Los gatos sudan sobre todo por las almohadillas de las patas, pero también tienen glándulas sudoríparas en la barbilla, zona anal y labios.
La temperatura que ellos son capaces de soportar es bastante similar a la temperatura que toleramos las personas. Por lo tanto, la temperatura ideal será la misma en verano y en invierno, por lo que es fundamental un ambiente lo más fresco posible.
En las horas de máxima exposición solar, debemos procurar bajar las persianas, especialmente en los lugares en los que duerme durante esas horas. Es importante una buena ventilación en casa, y si pasamos mucho tiempo fuera de casa por trabajo u otras razones, asegurarnos de que tiene acceso a una zona sombreada y con abundante agua fresca.
“El papel del agua es fundamental para aliviar a los gatos del calor. Considerando que son reacios al consumo de agua, es importante que les incitemos a hidratarse”, aclara Godino. Es recomendable utilizar fuentes, como los bebederos inteligentes, que le proporcionan agua siempre fresca y de forma atractiva y además nos informan de la cantidad de agua que bebe nuestro gato.
“Es conveniente ayudarles a mantener su pelo en las mejores condiciones, con baños en verano y con frecuentes cepillados”. El manto de los animales cobra un papel especialmente importante a la hora de protegerles de la exposición al sol y del calor. El pelaje les ayuda a aislarse y les protege de las quemaduras.
Si es complicado meter a nuestra mascota en la bañera, es posible mojarle con una toalla húmeda o, simplemente, pasar nuestra mano mojada por su lomo y por su cabeza. Así, el agua ejercerá el mismo efecto que su saliva y le ayudará en la evaporación de su cuerpo. Otra solución puede ser dejarle un barreño pequeño a modo de piscina disponible por si decide refrescarse con un chapuzón. Al menos con el agua suficiente para que pueda mojar sus patas y jugar con el agua.
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