Sólo dos de las 50 puñaladas que recibió Ambrosio resultaron letales
Sucesos
El crimen del cuponero de Ubrique sigue sin resolverse pese a que la investigación de la Guardia Civil avanza lentamente l Los asaltantes no forzaron la puerta de entrada ni lograron abrir la caja fuerte
El anciano padre de la víctima falleció mientras velaba el cuerpo de su hijo
Ambrosio, el vecino asesinado en Tavizna, recibió más de 50 puñaladas
El debilitado corazón del padre de Ambrosio, el cuponero de Ubrique asesinado en su casa de Tavizna, no pudo soportar la tragedia. Murió mientras velaba el cuerpo de su hijo. Ambos fueron enterrados juntos, siempre juntos, como se les podía ver en los alrededores de la Plaza de Misión Rescate de Ubrique. Los Ambrosios salían de casa cogidos del brazo, el hijo con su bastón y sus gafas negras. Gente de paz. El hallazgo de su cuerpo, cosido a puñaladas, en su finca de Tavizna, sigue siendo un misterio a día de hoy.
La Policía Judicial de la Guardia Civil de la Comandancia de Cádiz se hizo cargo de la investigación nada más descubrirse el cuerpo en la madrugada del pasado 27 de septiembre. Desde entonces ha trazado media docena de líneas posibles que podrían llevar hasta el culpable o culpables, porque ni siquiera está muy claro que el asesino actuara solo.
Lo que sí ha podido saber este diario es que de las más de medio centenar de cuchilladas que recibió Ambrosio, que contaba con 61 años cuando encontró la muerte, sólo dos eran mortales de necesidad. El resto, la gran mayoría en cuello y espalda, apenas si llegaron a la dermis. Esto puede significar dos cosas: o que el agresor tenía escasa fuerza o que Ambrosio se defendió hasta el final parando como pudo los embates de su agresor.
Otro dato importante que ahora se ha conocido es que Ambrosio hijo tenía en su casa de Tavizna una caja fuerte donde guardaba una importante suma de dinero. La persona que accedió a su vivienda intentó abrirla pero no lo consiguió. En el escenario del crimen sólo se encontró mucha sangre y el colchón de la cama volcado, pero ni siquiera había un gran desorden.
Importante también es comentar que la valla exterior que da acceso a la finca de Tavizna, hasta donde los Ambrosios, padre e hijo, solían ir para disfrutar de la naturaleza, no había sido forzada. Todos estos datos hacen que los agentes de la Guardia Civil no descarten que los respondables del ataque pudieran ser conocidos de la víctima.
El ambiente en Ubrique desde el crimen está muy crispado, con vecinos lanzando teorías conspiranoicas que la Guardia Civil prefiere mantener en cuarentena a falta de lograr pruebas incriminatorias que puedan resultar decisivas ante un tribunal. Porque en un estado de derecho no se trata de probar la inocencia sino la culpabilidad. Yeso no se logra con indicios o pruebas circunstanciales.
Dos accidentes que le dejaron ciego
Ambrosio perdió la visión de un ojo con 24 años. Estaba pelando un conejo cuando se clavó un objeto punzante. Muchos años después, cuando ya vendía cupones de la ONCE en Ubrique, sufrió una fuerte caída en su propio domicilio que lo dejó completamente ciego.
Desde entonces sus hermanos y su padre habían estado muy pendientes de su bienestar. De hecho, en los últimos tiempos sus hermanos intentaban turnarse para no dejarlo solo. Quizá por eso cuando Ambrosio no dio señales ni volvía de la finca de Tavizna se preocuparon y fueron en su busca. Allí se encontraron con una imagen que no podrán borrar jamás. El cuerpo ensangrentado de Ambrosio.
Los investigadores de la Guardia Civil están convencidos que el crimen, más allá del mero robo, puede tener un componente personal. Creen que nadie es capaz de acuchillar decenas de veces a su víctima únicamente para robarle y se inclinan a un deseo de causar el mayor daño posible. De momento sigue sin haberse producido ninguna detención, aunque la Guardia Civil nunca se rinde.
Temas relacionados
No hay comentarios