La Cabalgata Magna del Carnaval de Cádiz le echó un pulso al mal tiempo y lo ganó. La tregua que presumiblemente daba el parte meteorológico se cumplía, y sobre las 18.00 horas lograba partir de la plaza Ana Orantes, donde soplaba un fuerte viento que dificultaba las primeras coreografías que antecedían a los distintos capítulos de la historia de la ciudad, que este año daban forma y temática a las distintas carrozas.

El rico pasado histórico de Cádiz y algunas de sus más importantes civilizaciones se asomaron a la Gran Cabalgata, que daba inicio con las tradicionales charangas familiares, que iban desfilando algo desorganizadas en el arranque con la llamativa ausencia de las agrupaciones del Concurso del Falla, que por primera vez no han estado representadas en ninguna de sus modalidades en el desfile magno del Carnaval de Cádiz. Otra tradición que se pierde.

Divas gigantes desfilando por la Cabalgata

Tras ellas, el primer baile sincronizado, el de un grupo de ballet con 40 bailarines caracterizados de fantasía fenicia. Como fundadores de la ciudad, fueron los primeros en colonizar la avenida con música y distintos tipos de coreografías que se convirtieron en la antesala de la primera carroza dedicada precisamente al Cádiz fenicio. Los rostros de los míticos sarcófagos del Museo de Cádiz, el masculino y femenino, iban representados en este primer trono, antes de dar paso a la siguiente civilización, la del Gades romano. 

Una brigada romana con música imperial a su paso brindaba algunos números de danza en torno a sus escudos, presentando a la carroza que recreaba al Cádiz de Balbo, que aparecía esculpido junto a Columela sobre unas columnas de la época, entre otros símbolos de aquel pedacito de imperio en este rincón de Hispania.

Y entre Roma y el Cádiz ilustrado del XVIII llegó la animación de la Asociación de Danzas Folclóricas Ciudad de Cádiz, que entre tanguillos ofrecían un toquecito gaditano interpretado por piconeros y piconeras, pues volvió a imperar la música pop en todo el recorrido, precediendo a la carroza del Cádiz pirata y de Cargadores de Indias, con forma de galeón capitaneado por un pirata y su timón sobre la mítica torre de la Bella Escondida. 

En este paseo histórico, que iba más rápido de lo habitual por la premura impuesta por el mal tiempo y algo desangelado entre carroza y carroza, pues se ha echado en falta más animación, continuaba nuevo capítulo el Cádiz ilustrado, escenificado en aquellos salones de tertulias que ubicaban a Cádiz en el centro del panorama nacional.

Sí que sorprendían las divas gigantes, tres muñecas con vestidos de crinolina que iban deslizándose dando cierta vistosidad a un cortejo en el que también brilló la animación callejera luminosa de Be hop! Robots, con Dj incluido, así como la del Western Show y sus animadas coreografías.

Y no podía faltar en el recorrido histórico el Cádiz constitucional, el de la Pepa, que portaba en su trono una recreación de la carta magna firmada en Cádiz en 1812, junto al que saludaban los diputados de aquellas cortes, así como piconeros y piconeras, en un guiño a la esencia del típico disfraz del carnaval gaditano.

Como punto final al cortejo las carrozas del Dios Momo, con el autor de comparsas David Márquez Mateo 'Carapapa' como flamante protagonista flanqueado por máscaras, diablos y gárgolas; la de la pregonera infantil Sofía Letrán, así como la del Pregonero del Carnaval de Cádiz, un sonriente Juan Manuel Braza ‘el Sheriff’ vestido justamente de Sheriff, como en el pregón, y arropado de su chirigota ‘El grinch de Cai’. Juntos iban desplegados sobre una carroza con guiños a los nombres de las distintas chirigotas del autor plasmadas en grandes estrellas.

La carroza musical Avalanx, en San Antonio

Un problema técnico impidió el desfile de uno de los espectáculos más llamativos de la Cabalgata, la carroza musical Avalanx, que tenía previsto cerrar el cortejo y que finalmente podrá verse esta noche antes del concierto de Dj Alvama Ice en San Antonio.