Cádiz CF

Dos Santos, el hombre fuerte de la retaguardia del Cádiz CF

  • El paraguayo formó parte de la defensa que la afición se sabía de carrerilla

Juan José (i), Amarillo, Bocoya, Hugo Vaca y Dos Santos en la temporada 1981/82.

Juan José (i), Amarillo, Bocoya, Hugo Vaca y Dos Santos en la temporada 1981/82.

Jorge Dos Santos formó parte de aquella retaguardia del Cádiz CF que la afición se sabía de memoria a principios de la década de los años 80: Juan José Bocoya en la portería, Juan José y Antonio Amarillo en los laterales, y Dos Santos y Hugo Vaca en el centro.

En la recordada temporada 1980/81, la del épico triunfo (1-2) en el terreno del Elche y el inolvidable ascenso a Primera División, fue la composición de la zaga que disputó aquel partido decisivo (Rosado había sido el lateral izquierdo habitual durante la campaña).

Cuarenta años después después de aquella proeza, la muerte de Dos Santos vuelve a poner en primer plano a aquel equipo y aquella defensa. Las personas de cierta edad conservan en su memoria el recorrido del Cádiz CF que en aquella etapa se movía entre Primera y Segunda.

Todos se acuerdan de Dos Santos, un baluarte defensivo que dejó un buen recuerdo. Era el hombre fuerte de la defensa. Rocoso, contundente, hábil en el juego aéreo, siempre al servicio del equipo.

En la 1981/82, en la máxima categoría del balompié español, eran fijos en las alineaciones. La hinchada se sabía de carrerilla los nombres de los jugadores que formaban la parte trasera del equipo que en Primera mostró un elevado nivel en el estadio Carranza: en 17 partidos, 12 triunfos, tres empates y sólo dos derrotas, con sólo siete goles en contra. El problema lo sufrió entonces el Cádiz CF a domicilio hasta el extremo de bajar a Segunda División.

Dos Santos ofreció un buen rendimiento en el equipo amarillo (seis campañas en el Cádiz CF) y aportó su grano de arena para engrandecer la historia del club.

Se adaptó al equipo y a la ciudad a las mil maravillas hasta el punto de sentirse un gaditano más, siempre feliz cada vez que volvía ya alejado de los terrenos de juego. Era muy querido por quienes le trataron.

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