El universo del Cádiz CF está de luto por el fallecimiento de Jorge Domingo Dos Santos a los 66 años de edad.

Dos Santos era un defensa central que militó en el Cádiz CF durante seis temporadas entre 1978 y 1984. Se puede decir sin tapujos que es una de las leyendas del equipo amarillo.

Nacido en Asunción (Paraguay) el 4 de agosto de 1954, en su país se inició como delantero aunque no tardó en pasar al eje de la zaga, donde encontró su verdadero sitio como futbolista. Sobresalió en el club Presidente Hayes y muy joven dio el salto a Europa a mediados de la década de los al fichar por el Sevilla.

Tras dos campañas con el cuadro hispalense en Primera División (entre 1975 y 1977), Dos Santos jugó un año en el Castellón (Segunda División), donde su destacada actuación le sirvió para recibir varias ofertas.

El zaguero se decantó por la propuesta del Cádiz CF por dos razones. La primera, porque fue una apuesta de Roque Olsen, entonces entrenador del equipo amarillo con el que había coincidido en su primer curso en el Sevilla. La segunda, porque le encantaba Andalucía: la gente, el clima, la comida… Se sentía como en casa y no lo dudó.

Dos Santos dejó huella en el Cádiz CF. Se quedó al filo de los 200 partidos oficiales disputados (llegó a los 199) y ocupa el 24º puesto en la lista de jugadores con más encuentros en la historia del club.

Es el segundo jugador extranjero con más temporadas y partidos en el Cádiz CF, superado sólo por Mágico González (ocho campañas y 219).

Era un futbolista de pocas palabras, discreto y gran profesional que forma parte de las páginas más gloriosas del Cádiz CF. Un seguro de vida en la retaguardia, corpulento y con una mezcla de contundencia y nobleza en su modo de juego.

Dos Santos fue uno de los héroes del ascenso a Primera División que los amarillos lograron con aquella victoria (1-2) en Elche en la última jornada de la campaña 1980/81, cuando formó pareja con Hugo Vaca en el centro de la defensa.

Con la escuadra gaditana vivió dos ascensos a la máxima categoría y dos descensos a Segunda. Fue feliz con el escudo cadista en su pecho, querido en el vestuario y por la afición.

Cuando le llegó el momento de marcharse del Cádiz CF (no entraba en los planes de Benito Joanet), no quiso irse muy lejos y se enroló en la Balona durante dos temporadas. En La Línea terminó su andadura como futbolista profesional y después se instaló en Sevilla.

Dos Santos siempre mantuvo un estrecho vínculo con Cádiz una vez que colgó las botas. Tenía un piso en la calle José García Agulló, muy cerca del estadio Carranza, solía pasar sus vacaciones de verano en la capital gaditana y visitaba la ciudad cuanto tenía ocasión.

Descanse en paz.