Cádiz CF

El Cádiz CF y su debilidad en el centro de la defensa

  • El equipo amarillo pierde la solidez y es el colista de la segunda vuelta

Varios jugadores del Cádiz en el Reale Arena.

Varios jugadores del Cádiz en el Reale Arena. / Javier Etxezarreta/Efe

El foco del partido del Cádiz CF contra la Real Sociedad se centra en la escandalosa actuación arbitral, VAR incluido, perjudicial para el conjunto amarillo.

El bochorno provocado por Valentín Pizarro Gómez y Antonio Mateu Lahoz no puede, sin embargo, desviar la atención sobre los problemas de un equipo que, más allá de los fallos de los jueces, presenta preocupantes síntomas de debilidad al comienzo del largo esprint en busca de la permanencia. No es un buen momento para decaer, aunque hay tiempo de sobra para levantarse.

Al Cádiz CF le han tomado la medida. Los rivales ya saben que es un bloque de cemento armado pero que se acaba resquebrajando a base de insistencia. Los de Álvaro Cervera empiezan los partidos con orden y consistencia que sostienen durante un tiempo hasta que se derrumban en un pestañeo. O llegan los errores o se impone la calidad de contrario. O los dos factores unidos a modo de cóctel explosivo que dinamita la resistencia de un equipo que lo está pasando muy mal en su zona trasera.

Ya es el tercer equipo más goleado de la Liga con 35 dianas en contra (sólo le superan el Granada con 37 y el Real Betis con 36). Pero hay un dato más inquietante que refleja el desequilibrio entre ataque y defensa: es el que tiene el balance más negativo entre goles marcados y recibidos con un -15, peor incluso que el colista, el Huesca, que tiene un -14.

Las sensaciones no son las mejores más allá de una buena tarde sin premio ante el Atlético de Madrid. El Cádiz CF es con diferencia el que más tantos recibe en los coletazos iniciales de la segunda vuelta: nada menos que once goles en su portería en tres partidos: tres el Sevilla, cuatro el Atlético y otro póquer la Real. Una media de casi tres por encuentro. Por más fuertes que sean los adversarios, son demasiados goles para disgusto de un entrenador que lo apuesta casi todo al sistema defensivo. Y ojo con la clasificación.

La sangría de goles impide el avance de un Cádiz CF fagocitado por un calendario de vértigo contra el que se estrella y le lleva a ser el colista de la segunda vuelta. En el cercano horizonte aparecen el Athletic de Bilbao, Barcelona…

Es el único conjunto que aún no ha sumado un punto una vez cruzado el ecuador del campeonato. Vive de los 24 puntos de renta que adquirió en la primera parte mientras la zona de descenso cada vez está más cerca.

El Cádiz CF se desangra, en especial por el centro de la defensa mientras el ansiado central no terminó de llegar en la ventana invernal de inscripciones y todo queda a expensas de las migajas que pueda quedar en el mercado de jugadores libres.

Más allá del penalti por mano de Negredo en San Sebastián (se impuso la interpretación del VAR y del árbitro en contra de los amarillos), el conjunto gaditano presentó fisuras en el eje de la zaga que no son nuevas. Blando en la pugna con los rivales, con lentitud y sin contundencia. Nada que ver con la fama de una solidez que se ha evaporado.

Frágil atrás y desaparecido en ataque estuvo el Cádiz CF en el Reale Arena. Sumar, y sobre todo ganar, empieza a ser una necesidad.

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