700.000 euros, récord de venta durante el pasado año

Parece imposible, pero se vende piso en la Alameda por 1.082.000 euros. No es el único que supera esta millonaria cifra en la capital. En la Avenida hay otro con un propietario algo más optimista: exige 1,2 millones por una casa de 233 metros cuadrados.

Las inmobiliarias gaditanas manejan cerca de medio centenar de viviendas con un coste superior a los 600.000 euros, cien millones de las antiguas pesetas.

La gran mayoría se ubica en la Avenida y el Paseo Marítimo y en muy limitados casos en la zona de la Alameda y plaza de Mina.

Son pisos que llevan en el mercado años, y con perspectivas de mantenerse así durante un largo periodo. Así de claro lo tienen los gestores inmobiliarios que tienen claro que "estos propietarios no tienen prisa por vender y, aunque en determinados casos bajan algo los precios, consideran que pueden esperar para conseguir lo que quieren".

Eso pensó el propietario de un ático ubicado en un edificio del Paseo Marítimo, cerca de Isecotel. De nacionalidad extranjera lo puso a la venta con un coste de 1,2 millones de euros. Ofrecía una amplia terraza con vistas espectaculares y jacuzzi incluido. Un piso de película. Ha tardado pero finalmente lo ha vendido a un vecino de la ciudad por 700.000 euros.

Frente a estos precios más propios de los barrios de lujo de las grandes capitales, la oferta actualmente presente en las inmobiliarias de la ciudad permite a acceder a viviendas por debajo de los 150.000 euros, una cifra inimaginable hace tres o cuatro años.

Así, se anuncia un piso por 114.200 euros... de 38 metros cuadrados de extensión. Más barato: 90.000 euros un apartamento de 55 metros cuadrados en la zona de hospital; o 45.000 euros un minúsculo piso de 20 metros cuadrados en el casco antiguo. O 60.000 euros otro de 37 metros en las inmediaciones del mercado de abastos.

Curiosamente, en el mercado gaditano también se ofrecen varias fincas ubicadas en el casco antiguo, de varias plantas de altura y con un precio cercano al millón de euros, listas para ser habitadas y que nada tienen que ver con las los edificios que se encuentran abandonados en determinados barrios de la ciudad y que están pendientes de entrar en los programas de rehabilitación promovidos desde la administración local.