Tormenta solar y auroras boreales en Cádiz: desde dónde se pueden ver

Una llamarada asociada a una eyección de masa coronal producida el martes podría llegar a verse en la Península en la tarde de este miércoles o incluso el jueves

Así se comportará la borrasca Claudia al entrar en Cádiz

Una aurora boreal / Andrzej Jackowski

Una aurora boreal ha iluminado esta madrugada el cielo del Observatorio de Calar Alto, en Gérgal (Almería), tras el impacto de una fuerte tormenta geomagnética provocada por dos eyecciones de masa coronal emitidas por el Sol . Según ha informado el observatorio, las erupciones partieron casi simultáneamente de la región activa 4274 del Sol a primeras horas del lunes 10 de noviembre y enviaron nubes de plasma magnetizado a una velocidad próxima a los 1.500 kilómetros por segundo. El material ha alcanzado la atmósfera terrestre la madrugada de este miércoles, generando un temporal geomagnético de nivel G4, considerado "severo", con un índice Kp de entre 8 y 9.

Las cámaras sensibles del observatorio han registrado una "espectacular" aurora roja sobre el horizonte norte durante un par de horas, uno de los fenómenos más brillantes observados desde latitudes andaluzas junto con el episodio de mayo de 2024. El fenómeno no pudo apreciarse a simple vista debido a la presencia de una luna en cuarto menguante y la posterior llegada de nubes, aunque el centro científico ha recordado que, con el Sol en su máximo de actividad, no se descartan nuevos episodios similares.

No obstante, los científicos esperan que la llamarada asociada a otra eyección producida este martes sea mucho más rápida, y que llegue a la Tierra a lo largo de la tarde del miércoles. Hay expertos que incluso estiman que los efectos podrían prolongarse durante buena parte del jueves con la magnetosfera muy alterada y la opción de que se puedan volver a ver auroras boreales... si el tiempo lo permite claro. Hay que tener en cuenta que en la Península estamos a la espera de la llegada de una borrasca profunda, de gran impacto, que podría generar circunstancias poco propias como para poder disfrutar de este fenómeno.

Dónde y cómo intentar verla en Cádiz

El avistamiento de una aurora boreal depende de tres factores determinantes: la ubicación geográfica, el nivel de oscuridad y la actividad geomagnética registrada en el momento. En este caso, los astrónomos insisten en que las mejores opciones de observación se concentran en áreas rurales alejadas de la contaminación lumínica, como las sierras del norte gaditano o zonas de interior con cielos despejados.

Opciones de nuevas auroras boreales en 2026 y 2027

José Miguel Viñas, meteorólogo de tiempo.com, explicó a Diario de Cádiz que "hay una probabilidad media-alta de que en algún momento a lo largo de 2026 o incluso en 2027, pueda verse un episodio de tormenta geomagnética y que haya posibilidad de verlas (auroras boreales) fuera de la zona polar" porque, aunque la actividad solar esté bajando, "todavía se prevén esos dos años intensos". "La posibilidad sí que es real" aunque "saber a ciencia cierta si se va a poder ver de nuevo en España es más complicado", aclaraba Viñas respecto de esta previsión más tardía en el tiempo.

¿Cómo se produce una aurora boreal?

Según define la Organización Meteorológica Mundial (WMO), una aurora polar es un electrometeoro consistente en un fenómeno luminoso que aparece en las capas superiores de la atmósfera en forma de arcos, bandas, cortinas, etc. Por lo tanto, al contrario que los fenómenos meteorológicos habituales, se forman mucho más arriba de la troposfera, normalmente a una altitud de entre 90 y 150 km.

Las auroras polares se deben a la presencia de partículas cargadas eléctricamente y eyectadas desde el sol (el viento solar), que actúan sobre los gases enrarecidos de las capas superiores de la atmósfera. El campo magnético de la Tierra canaliza las partículas, principalmente electrones y protones, que colisionan con los átomos y moléculas de los gases de las capas superiores de la atmósfera (termosfera y exosfera).

Esas colisiones provocan que los electrones de los átomos de nitrógeno y de oxígeno asciendan temporalmente a un estado energético superior, “excitado”. Al recuperarse los niveles de energía normales, se libera energía que se emite en forma de fotones de luz con distintas longitudes de onda. Las auroras polares se observan principalmente en arcos próximos a los polos magnéticos (los óvalos aurorales).

Pero si la actividad solar es muy intensa, las eyecciones de masa coronal o erupciones solares atmosféricas pueden intensificar el viento solar y alcanzar la magnetosfera de la Tierra, desencadenando una tormenta geomagnética. Durante estos fenómenos, el óvalo auroral se ensancha temporalmente, lo que permite percibir auroras desde latitudes más bajas.

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