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San Fernando

¿Cómo será el futuro de San Fernando?

Las obras de la plaza del Rey de San Fernando. Al fondo, el Ayuntamiento tras su reciente rehabilitación.

Las obras de la plaza del Rey de San Fernando. Al fondo, el Ayuntamiento tras su reciente rehabilitación. / Germán Mesa (San Fernando)

Si el tranvía –como ha prometido la Junta de Andalucía– se pone en marcha definitivamente en el próximo mes de septiembre, se habrá desbloqueado en La Isla un proyecto del que se empezó a hablar hace dos décadas y cuyas obras se iniciaron en la calle Real hace la friolera de 14 años (se cumplirán el próximo 1 de septiembre).

Y más allá de los retrasos y de las manidas polémicas que durante todo este tiempo han acompañado las múltiples vicisitudes de este nuevo medio de transporte, supondrá una actuación que definirá –ya se verá cómo– el futuro de San Fernando en los próximos años. Será el momento de comprobar si esas grandes expectativas que figuraban en la ilusionante carta de presentación del tranvía –además de movilidad entre tres ciudades vecinas, un importante desarrollo comercial y económico– superan el escepticismo generalizado provocado por la gestión y la larga espera.

Aunque no es el único proyecto que La Isla tiene ahora entre manos después de innumerables trámites y demoras y de cuya suerte dependerá en gran medida ese desarrollo que la ciudad aguarda desde hace décadas y que tanto se ha hecho de rogar. En lo que fuera la escuela de artillería de la Armada –Janer– se acaban de terminar las obras de urbanización de un parque comercial. Ahora se espera que desde la multinacional Ten Brinke empiecen a anunciarse las firmas que se asentarán en este espacio –por el momento apenas se han dado a conocer un par de nombres– donde también irá un hotel de 10 plantas de altura cuyo desarrollo corresponde a Zona Franca.

El tranvía en pruebas por la calle Real. El tranvía en pruebas por la calle Real.

El tranvía en pruebas por la calle Real. / Lourdes de Vicente (San Fernando)

A tan solo unos metros, también en el nudo de La Ardila aguarda desde 2017 la puesta en marcha de la nueva estación de autobuses de San Fernando, un proyecto ligado también al intercambiador de transportes del tranvía que, sin embargo, hace demasiado tiempo que no hay novedades.

En La Isla, no obstante, coinciden varios proyectos en marcha o planificados que aspiran a 'dibujar' una nueva ciudad. Otra cosa, claro, es que estas actuaciones –como ocurre con el tranvía, con Janer, con la estación de autobuses...– se demoren en el tiempo convirtiéndose entre tanto en un problema más que en una solución. Uno de los ejemplos más significativos es la remodelación de La Magdalena y su transformación en el parque urbano más grande de la Bahía que se aspira acometer con casi 8 millones de euros procedentes, en su mayor parte, de los fondos europeos de la EDUSI, la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado.

Las obras acaban de dar comienzo tras una larga y compleja tramitación administrativa. Y los trabajos, por supuesto, han empezado con polémica: por el arbolado, por la supresión de plazas de aparcamiento, por el obligado traslado del recinto ferial... Se trata, eso sí, de un proyecto verdaderamente transformador, destinado a cambiar por completo la zona este de la ciudad colindante al caño de Sancti Petri e, incluso, la forma en la que los isleños se relacionan con ella. La clave, de nuevo, serán los tiempos y la gestión que se hace de las obras.

Porque San Fernando arrastra desde hace años un importante déficit en lo que a industria y a turismo se refiere, pero desde luego no está huérfana de planes, obras y proyectos... En pleno centro está ahora en marcha –de hecho, debería haber terminado hace un mes– la remodelación de la plaza del Rey, un proyecto que viene a continuar y a completar la rehabilitación del Ayuntamiento como visión de conjunto y que se vincula a las pretensiones del gobierno para dinamizar la ciudad y relanzar el comercio, la hostelería, etc...

En esta relación de proyectos que definirán al San Fernando del futuro no puede olvidarse una obra ya acometida, que ha logrado una aplauso generalizado: la de la playa de Camposoto, donde a lo largo de los últimos años se ha llevado a cabo una auténtica transformación que ha sido un punto de inflexión al remodelar los accesos y las bolsas de aparcamiento, adecuar un nuevo paseo marítimo bordeando todo el caño, renovar todo el mobiliario, asegurar la accesibilidad para las personas con problemas de movilidad...

Y a eso se suma también la exitosa puesta a punto del sendero de la Punta del Boquerón, una de esas actuaciones –en esta ocasión, acometida por la Junta– que ha cambiado la forma en la que La Isla se entiende con el Parque Natural. Como se espera que también sea el nuevo camino que unirá San Fernando con Chiclana desde el sendero del Carrascón, integrado en la red de Eurovelo.

Obras en La Magdalena. Obras en La Magdalena.

Obras en La Magdalena. / Ayuntamiento San Fernando

El Museo Camarón, que abrió sus puertas hace un año y que ha registrado desde entonces más de 52.500 visitas a pesar de las restricciones que han estado vigentes durante buena parte de este periodo, es otra pieza clave que aspira a desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de la ciudad. El reto, ahora, es sacarle el mayor partido posible para que, efectivamente, sea un recurso de primera para La Isla.

Acaban también de ponerse en marcha las obras del primero de los aparcamientos tácticos que el gobierno municipal quiere repartir por los puntos clave del municipio. De hecho, ha conseguido una importante subvención de los fondos europeos Next Generation –de 4,2 millones de euros– para impulsar este ambicioso proyecto. Aunque el primero de estos aparcamientos estratégicos se va a acometer con los fondos del plan Invierte de Diputación en el solar en la avenida San Juan Bosco, en las proximidades de La Magdalena. Para ello, se ha demolido el edificio del IMPI y las naves colindantes –que durante años destinadas a emprendedores– y se ha aprovechado también la parcela municipal que se utilizaba como depósito de materiales.

La idea es que estos aparcamientos –que tienen ya un claro precedente en las bolsas de estacionamiento municipales que se habilitaron cuando empezaron las obras del tranvía– sirvan para que los ciudadanos dispongan de sitio en puntos clave para dejar el coche en sus desplazamientos habituales, para que luego puedan cómodamente moverse a pie. De esta forma se pretende reducir drásticamente la presencia de vehículos en las calles y, por ende, rebajar las emisiones.

El concepto se relaciona también con la apuesta por las denominadas 'supermanzanas', en las que se quieren articular los nuevos desarrollos de La Isla. El Ayuntamiento, por cierto, ya ha anunciado su intención de redactar un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

Torres de La Casería en San Fernando. Torres de La Casería en San Fernando.

Torres de La Casería en San Fernando. / D.C. (San Fernando)

Las torres de La Casería, FSC, Camposoto... 

La Isla ha retomado los desarrollos residenciales que durante largo tiempo –prácticamente desde las consecuencias de la crisis financiera de 2008 y el estallido de la burbuja inmobiliaria– han estado paralizados. Quizás el ejemplo más ilustrativo de ello es la operación urbanística puesta en marcha recientemente por un grupo inmobiliario para continuar la construcción de las torres de La Casería –con otros tres edificios de 16 plantas de altura en las cercanías de la playa– que llega 17 años después de que comenzara la construcción de estas controvertidas promociones.

En la zona, no obstante, se ultiman ya promociones de viviendas unifamiliares que se construyen desde 2021. Y, por otro lado, el Ayuntamiento isleño –después de 20 años– ha dado un paso decisivo al aprobar el proyecto de urbanización de los suelos de la desaparecida Fábrica de San Carlos (FSC), un desarrollo que promueve Sogescar (sociedad participada por Esisa) y que contempla la construcción de 850 viviendas en edificios de seis y ocho plantas (259 de vivienda pública y 591 de renta libre) además de un hotel.

En los últimos meses se ha avanzado también en la tramitación del plan parcial Huerta de la Compañía, que permitirá desarrollar 175.808 metros cuadrados de suelo residencial en los terrenos de Camposoto. Las cifras son incluso superiores a las de los terrenos de FSC: hasta 879 viviendas se prevén construir en los terrenos que se reparten entre las calles Doctor Pedro González de la Torre, Compañía de María, la carretera Batería de La Ardila (la de la playa), los terrenos de la Huerta de la Compañía propiamente dichos –que el PGOU destina a equipamiento– y el acuartelamiento que el Ejército de Tierra tiene en Camposoto.

Y no muy lejos, en la zona de la Huerta San Joaquín, se ha avanzado también en los últimos meses en los pasos previos para afrontar un desarrollo residencial recogido en el PGOU que ha estado también esperando durante todos estos años. En este caso, se prevén 202 viviendas, de las que 64 serán protegidas, en la zona que se extiende desde la confluencia de la carretera de Camposoto y de la calle José Quetar –junto al depósito de Butano– hacia las proximidades del campo de hockey, donde se conectaría también con los últimos desarrollos.

Estos son solo los ejemplos más llamativos de esos importantes desarrollos residenciales que La Isla espera afrontar en los próximos años, aunque en los últimos años no se han dejado de construir nuevas promociones en la Ronda del Estero y, claro, en pleno centro de la ciudad.

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