Las nuevas cuotas del atún, entre la congelación y una subida del 19%

El Iccat debe decidir en su reunión de noviembre en Sevilla el número de toneladas que se pueden capturar en la próxima campaña

El Gobierno ve muy probable que se apruebe un incremento de la cuota de pesca de atún rojo

Espectacular imagen de la almadraba en pleno desarrollo de su faena / Julio González

Desde la Secretaría de Pesca del Gobierno español parece que cunde el optimismo en cuanto a la decisión que debe acometer la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat) en menos de un mes. Muchos ojos están pendientes de esa reunión que se celebrará en Sevilla entre el 17 y el 24 de noviembre tras tres años de congelación de la cuota a pesar de que el sector defiende que la especie está recuperada y no corre el peligro que originó estas limitaciones.

A estas capturas de atunes le han salido muchos novios en los últimos años, sobre todo tras la proliferación del alga asiática que ha dificultado el normal desarrollo de otras pesquerías en el litoral gaditano. Aún así, la comisión conservacionista se ha comportado como tal, de modo conservador y reacia a la ampliación de las cuotas. De cara a la próxima campaña el resultado puede ser diferente, aunque hasta que no resuelvan el sector aguanta en apnea la toma de decisiones.

Entre un 0 y un 19% cuantifica el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que puede situarse este aumento para la próxima campaña. Así lo manifestó la secretaria general de Pesca, Isabel Artime, en la reunión preparatoria con el sector que celebraron la semana pasada. La horquilla es amplia, aunque desde el Gobierno entienden como muy probable que se dé ese aumento para el que anunciaron que ya están trabajando de cara a modificar el real decreto para actualizar las cuotas.

Desde la Organización de productores pesqueros de almadraba (OPP51), su directora Marta Crespo espera que la ampliación llegue al máximo, "que se alcance el 20%". Reconoce que todo depende del Iccat, que se reúne entre el 17 y el 24 de noviembre en la ciudad hispalense para tomar esa decisión. "Habrá que esperar los resultados". A partir de la resolución que salga de la Comisión, el Gobierno tendría que llevar en diciembre su aprobación al Consejo de Ministros y asignar lo establecido para el sector pesquero español.

La campaña de 2025 terminó con unas capturas de 1.400 toneladas para la OPP51, que aglutina las almadrabas de Conil, Tarifa y Zahara de los Atunes. Su asignación era menor, pero gracias a la compra de cuotas a otras pesquerías consiguieron alcanzar esa cifra. En total, las almadrabas gaditanas contaban con permiso para capturar unas 1.640 toneladas, aunque las cifras finales deben acercarse a las 2.000 contando también con las instalaciones de Barbate.

La limitación de las cuotas es un obstáculo ya conocido por el sector, que en esta campaña tuvo que afrontar otro reto que tampoco les resulta nuevo, aunque sí a una escala diferente en esta edición. Se trata de la huelga de los inspectores de pesca, que durante esta campaña convocaron de modo indefinido y que puso en vilo a las pesquerías del litoral gaditano en esta primavera. Finalmente los servicios mínimos se ampliaron para dar cobertura a la almadraba y "se solventó bien. Aunque lo pasamos mal porque nuestra campaña se concentra en este tiempo" y pudo hacer mucho daño si se hubiera impedido salir al mar. Finalmente las cuatro almadrabas alcanzaron su cuota y la ampliaron con la compra a otras pesquerías.

La del presente año es la tercera consecutiva en la que se congelaron las cuotas permitidas para la captura de las cuatro almadrabas gaditanas. El sector considera que la especie (Thunnus thynnus) está recuperada y, por tanto, las cuotas deberían ampliarse. Por el tono de la información aportada por la Secretaría de Pesca sobre la reunión de la semana pasada también están en esa misma sintonía, aunque todo dependerá de la decisión del Iccat.

Artime manifestó que "en el supuesto de un aumento de la actual cuota, estaríamos en el momento idóneo para abrir la pesquería a nuevos segmentos de flota que no han podido acceder a la misma, debido a la situación del recurso". En este procedimiento deben regularse las cuotas de pesca del atún rojo, el blanco y el patudo, tal y como matiza Nicolás Fernández, gerente de la Organización de Productores Pesqueros de la Lonja de Conil, "porque no todo es atún rojo". Desde esta entidad defiende desde hace tiempo que los permisos se abran a más flota, sobre todo a la pesca artesanal del Estrecho que se encuentra sensiblemente afectada por la invasión en sus caladeros del alga asiática, la Rugulopteryx okamurae.

Sobre la posiblidad de que tras la resolución del Iccat, el Gobierno escuche sus peticiones, Fernández manifiesta que "estamos trabajando en ello". Sin embargo, es muy cauto porque considera que en la reunión preparatoria, desde la Secretaría de Pesca "se ha escrito la carta a los Reyes Magos". No se ha puntualizado cómo se repartiría esa supuesta ampliación de la cuota pero se han desplegado los fuegos artificiales, argumenta el gerente. "No puedes decir que vas a aumentar las cuotas a todos si no se saben ni lo criterios", de modo que considera que hay que seguir trabajando en las potencialidades de ese cambio del real decreto.

Como ha anunciado en otras ocasiones, "en el Estrecho ya solo hay algas y atún, no tenemos otra cosa", de modo que dejarlos fuera del reparto de la cuota del atún sería una estocada a su actividad. "Si no hay compensaciones por el alga, vamos muy mal", concluye ante un horizonte oscuro incapaz de mantener por más tiempo la situación actual de la pesquería.

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