Bandera roja este miércoles en la gran mayoría de las playas de la costa de Cádiz
El baño queda prohibido en buena parte de la provincia a causa del fuerte oleaje y el mar de fondo
Una familia con un bebé queda atrapada en una cala de La Barrosa por el mar de fondo
La bandera roja vuelve a ondear este miércoles en la gran mayoría de las playas del litoral gaditano debido a fuertes olas y corrientes, generadas por el mar de fondo de la tormenta tropical Fernand, en el Atlántico Norte, alargándose así la medida de prohibición del baño ya tomada desde la tarde del pasado martes.
Los ayuntamientos, desde la Costa Noroeste hasta Tarifa, han izado banderas rojas para advertir del riesgo, incluyendo a San Fernando, donde se ha prohibido el baño en la playa de Camposoto, y El Puerto de Santa María, que ha retirado pasarelas, espacios de sombra y papeleras ante la previsión de mareas altas y mar de fondo.
En Cádiz capital, el Ayuntamiento gaditano ha anunciado que se ha izado la bandera roja en todas las playas menos en La Caleta, la menos expuesta a este fuerte oleaje por su configuración.
En Barbate, todas las playas presentan bandera roja, excepto la de Nuestra Señora del Carmen, que mantiene bandera amarilla. Desde el Ayuntamiento de Conil se ha hecho un llamamiento a la precaución y al cumplimiento de las normas de seguridad, recordando que la bandera amarilla indica alerta y precaución en el baño y la roja la prohibición del mismo.
El miércoles y, en menor medida, el jueves se mantiene la probabilidad de fuertes oleajes, especialmente con viento de poniente que puede favorecer el desplazamiento de las olas en zonas expuestas.
La jornada del martes dejó un total de 16 rescates en distintas playas de la provincia, y en la playa de La Fontanilla, en Conil, se lamentó el fallecimiento de una persona.
La tormenta tropical Erin y las mareas vivas, las causas
La tormenta tropical Erin, unido a las mareas vivas que se están dando a finales de agosto en el litoral de la provincia de Cádiz, ha sido la causante de los episodios de fuerte oleaje experimentados este pasado martes en las playas gaditanas, y que ha ocasionado más de 15 rescates y daños en pasarelas y chiringuitos de la costa.
De esta manera lo ha explicado Javier Benavente, decano de la Facultad de Ciencias del Mar en la Universidad de Cádiz, quien ha reconocido que, aunque no es un episodio "frecuente", sí que hay antecedentes de sucesos similares en Cádiz.
En concreto, se ha referido a lo ocurrido en 2012, cuando se produjeron "más de 300 rescates" en las playas de Cádiz debido a la coincidencia de las mareas vivas con el oleaje que generó el huracán Gordon.
Sobre lo ocurrido este martes, ha detallado que aunque la tormenta Erin, "que está ahora mismo en medio del Atlántico" con vientos de más de 100 kilómetros horas han generado un fuerte oleaje, se está notando en el litoral gaditano a través de lo que se conoce como "mar de fondo", añadiendo a esta circunstancia las mareas vivas de agosto con pleamares elevadas.
"Ese oleaje tan grande, con esas mareas grandes lo que hace es que el oleaje llega hasta el final de la playa", ha expuesto Benavente, quien ha recordado que las playas de Cádiz "son zonas inundables por parte del mar", de tal manera que cuando se dan estas condiciones, "toda la playa se inunda". "Es lo que ha pasado, los daños que hemos visto en Los Caños y en algunos otros sitios es porque tenemos chiringuitos colocados en esas zonas precisamente inundables", ha apuntado.
Así, ha señalado que "el problema es que las playas están llenas" al ser finales de agosto, y que se han generado corrientes de resaca que en las playas de Cádiz "muchas veces no son normales" pero que "con estas condiciones de oleaje, estas corrientes de resaca, que son muy fuertes, generan esos problemas en los bañistas que es lo que ha ocurrido".
Javier Benavente ha avanzado además que desde la Universidad de Cádiz se quiere iniciar en septiembre un proyecto para trabajar en la predicción de la formación de corrientes de resaca. Se desarrollará en las playas de El Palmar, Torre del Puerco y en Santa María del Mar. La idea, ha comentado, "es ser capaces de, con 72 horas, predecir eventos que pueden ser peligrosos para los bañistas y ser capaces de avisar a los servicios de protección civil y de socorrismo".
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