Las cifras de la crisis del Cádiz CF: motivos para la preocupación
El equipo amarillo se adentra en una dinámica inquietante
Bomba en el vestuario del Cádiz CF: el entrenador señala a los jugadores y se retrata a sí mismo
La crisis se adueña del vestuario del Cádiz CF. No es fácil pasar del liderato a la octava posición casi en un abrir y cerrar de ojos. Para colmo, el ambiente no parece que sea el más adecuado a tenor de las explosivas declaraciones efectuadas por el entrenador, Gaizka Garitano, después de la derrota (1-2) en el estadio Nuevo Mirandilla frente a la Cultural Leonesa en el choque correspondiente a la 15ª jornada de LaLiga Hypermotion.
El conjunto amarillo desperdició la oportunidad de poner freno a su pésima racha pero no sólo no ganó sino que además ni siquiera fue capaz de arañar un empate en casa en el duelo contra un recién ascendido que mostró más ganas y calidad. El revés no hace sino agrandar una dinámica inquietante.
El cuadro gaditano arrancó la temporada 2025-26 con un brillante esprint que le llevó hasta la primera posición en el noveno capítulo. Pero, tras tocar la cima, empezó un derrumbamiento que de momento no tiene fin. Desde entonces, son seis los partidos sin ganar con un pobre balance de tres empates y otras tantas derrotas. La deriva negativa es un hecho reflejado en los datos.
El Cádiz CF es el peor equipo de los últimos seis capítulos junto con el Mirandés y el Andorra, todos con 3 puntos de 18. El Cádiz CF y el Andorra son los únicos que no han ganado en esa secuencia más cercana en el tiempo.
No sólo eso. El Cádiz CF es el que ha marcado menos goles en esas seis jornadas de referencia. Sólo dos en 540 minutos (sin contar el descuento de cada partido). Supone un promedio de 0,3 tantos por encuentro cuando antes de empezar su caída llevaba una media de 1,1.
El conjunto de Garitano pasa de sumar dos puntos por partido en los primeros nueve episodios del campeonato a sólo 0,5 en los seis siguientes. El desmoronamiento es evidente a la espera de una reacción que de momento no se produce.
Las cifras no son fruto de la casualidad, sino de la deriva de un equipo que no sabe a qué juega, le cuesta recuperar el balón y sufre lo indecible para organizarse en ataque. Antes podía presumir de su fiabilidad defensiva pero tampoco puede agarrarse a ese asidero después de recibir cinco goles en el global de dos los envites más recientes que han además le han llevado a sufrir dos derrotas consecutivas por primera vez este curso. Esos dos varapalos seguidos son la señal más diáfana de un retroceso que sólo se soluciona con victorias.
El Cádiz CF deja ser un equipo consistente y además sigue peleado con el gol. Ni siquiera aprovecha su primer penalti a favor de la temporada. Cuando rompe la sequía anotadora (el tanto de Efe Aghama), tampoco es suficiente.
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