Choco Lozano firmó frente al Deportivo Alavés el que quizás fue su mejor partido de los 50 que el domingo 10 de enero cumplió como miembro del Cádiz CF. El artillero se erigió en el gran protagonista el día del reencuentro del conjunto amarillo con la victoria después de cinco jornadas consecutivas sin poner en práctica el verbo ganar.

Pocas veces se ha visto tanta influencia de un futbolista en el desarrollo de un partido. El delantero estuvo en todas las acciones relevantes. Participó en los tres goles del Cádiz CF. Persistió en su lucha por el balón con el portero y la defensa visitante en la jugada del primer gol que materializó Álex Fernández. Sólo fue el principio.

El hondureño se desmelenó con varias galopadas que propiciaron la expulsión de Tachi por dos entradas que el zaguero realizó sobre el atacante. En la segunda cartulina, el 9 de la escuadra gaditana se anticipó con rapidez a su oponente, que lo derribó y se tuvo que marchar al vestuario poco después de la reanudación, con 40 minutos por delante.

Lozano dejó al Alavés con diez jugadores y después remató la faena con una aportación una vez más decisiva. Marcó un gol con el que demostró su pericia como ariete. Cazó al balón a bote pronto dentro del área tras el centro de Pacha Espino y definió con contundencia con un latigazo con el que introdujo el esférico en la portería tras tocar en el poste. Imposible para el arquero.

Pero hubo más. El centroamericano, en estado de gracia, recibió un pase al hueco de Fali, se internó en el área con el cuero controlado y esperó el momento oportuno para servir a Álvaro Negredo, que hizo con el resto con un remate perfecto que se tradujo en el tercer gol, el de la sentencia.

Cuando un futbolista hace un partido tan completo, y más si es un atacante, la onda expansiva tiene un impacto de largo alcance. El teléfono empieza a sonar en las oficinas del estadio Carranza para preguntar por él y por otros jugadores que también despuntan. Pero la respuesta del club está preparada de antemano. El Cádiz CF no se deshace de ninguna de sus piezas fundamentales a mitad de temporada.

El presidente, Manuel Vizcaíno, nunca ha ocultado nunca su filosofía de vender para crecer, pero siempre que sea en el mercado veraniego o, si es enero, con operaciones similares a la del traspaso de Manu Vallejo. El chiclanero firmó por el Valencia a mitad de la campaña 2018/19 pero se quedó en el equipo amarillo en la segunda parte.

El Cádiz CF no quiere debilitarse antes de afrontar el tramo más importante y complicado del curso en busca del objetivo de la permanencia en la máxima categoría. Todo lo contrario. Pretende reforzarse con tres o cuatro incorporaciones siempre y cuando salgan jugadores que están teniendo pocos minutos. Lleva buen camino y no quiere desviarse con demasiados movimientos.

Salvo sorpresa mayúscula, Choco Lozano, Jonsson, Álex Fernández, Negredo, Espino y compañía no se mueven del Cádiz CF en el mercado invernal. Otra cuestión es cuando llegue el verano, cuando además de vender está la oportunidad de fichar.