El Cádiz CF da pasos en el mercado de fichajes tendentes a la configuración de una plantilla que aumente el nivel en relación a la de la campaña 2020/21 recién finalizada. El club ha reforzado el centro de la defensa (Varazdat Haroyan), ha apuntalado la media (Tomás Alarcón) y está cerca de hacerse con los servicios de Santiago Arzamendia para disponer de dos inquilinos en el lateral izquierdo. Tiempo tiene de sobra (más de dos meses) para buscar un extremo izquierdo y uno o dos delanteros con los que completar el plantel.

El encaje de las piezas de la plantilla pasa también por las fichas de jugadores extracomunitarios. El equipo tenía hasta hace poco cubierta sólo una de las tres permitidas con la licencia del uruguayo Alfonso 'Pacha' Espino.

Otros jugadores americanos del Cádiz CF tienen licencia comunitaria. Por ejemplo, Jeremías Conan Ledesma tiene doble nacionalidad: argentina e italiana. Marcos Marcos Mauro es argentino y español, como Augusto Fernández (ya retirado del fútbol).

En el caso del hondureño Anthony 'Choco' Lozano, adquirió además el pasaporte español la pasada temporada y por tanto dejó margen para que el club pueda explorar mercados más allá del europeo.

El Cádiz CF se adentra en el zoco sudamericano este verano dispuesto a ocupar las dos plazas extracomunitarias que tiene libre. La primera de esas dos la llena con la incorporación de Tomás Alarcón, jugador de la escuadra gaditana a todos los efectos (firmó por cuatro años, hasta el 30 de junio de 2025).

Y le queda una que en principio irá destinada a Azarmendia si terminan de cristalizar las negociaciones entre la entidad cadista y el Cerro Porteño para el fichaje del lateral zurdo, que posee doble nacionalidad: argentina y paraguaya. Nació en Argentina pero su madre y su padre son paraguayos y él eligió jugar en la selección del país de sus progenitores.

Si nada cambia durante el verano, las tres fichas de jugadores extracomunitarios e el Cádiz CF serán para Espino, Tomás Alarcón y Arzamendia si se confirma la llegada de este último. En caso contrario, podría recalar otro lateral también sudamericano.

Podría darse la circunstancia de la marcha de Espino en forma de traspaso, en cuyo caso volvería a quedar libre una plaza extracomunitaria. En cualquier caso, el Cádiz CF cuenta con el uruguayo para la próxima temporada al considerarle un futbolista importante, uno de los fijos en las alineaciones aunque en el curso 2021/22 sí tendría competencia en el puesto al contraria del pasado ejercicio.

Sólo una buena oferta haría que el Cádiz CF aceptase la marcha del charrúa, con contrato hasta el 30 de junio de 2023.