¿Por qué el puente Carranza de Cádiz se llama así?
El alcalde de Cádiz fue el promotor de este proyecto y fue la ciudad la que financió la obra
Este podría ser el nuevo nombre para el puente Carranza
El 28 de octubre de 1969 se inauguró el puente José León de Carranza, el primer paso elevado sobre la Bahía que culminaba una idea que se venía barajando desde la década de los años 20 del pasado siglo. Miles de gaditanos acudieron, a pie, al acto oficial de apertura. Con la misma se reducía notablemente el tiempo de recorrido entre Cádiz y Jerez y, desde allí, hasta Sevilla, evitando el rodeo por la Bahía y accediendo ya a la recién estrenada, también, autopista.
Al acto de inauguración no pudo acudir el alcalde Carranza pues había fallecido apenas unos meses antes. Le sustituyó Jerónimo Almagro, que ya había ejercido de alcalde accidental durante los últimos años de mandato de José León Carranza, aquejado por una grave enfermedad que le llevó a la muerte.
La idea de un puente sobre la Bahía era una obsesión del político desde que accedió a la Alcadía, en 1948. Le daba continuidad a un plan de su propio padre, Ramón de Carranza, alcalde también de la ciudad y que puso sobre la mesa el primer proyecto de unión entre Cádiz y Puerto Real.
Carranza barajó varios modelos de puente cuyo diseño iba reduciéndose a medida que los costes crecían. La primera propuesta, ya entrados los años 50, incluía un ancho tablero con carril para bicicletas y paso peatonal. Sin embargo, el alcalde se topó con el nulo apoyo del gobierno del dictador, Francisco Franco, a la hora financiar la obra. Fueron numerosas las cartas que mandó el edil a sus contactos en Madrid reclamando esta ayuda y recordando que el Estado sí financiaba, por la misma época, infraestructuras de calado en otras ciudades del país. En un arrebato de indignación, José León de Carranza llegó a afirmar, en una carta que salió a la luz hace diez años tras una investigación de este Diario, que "el cariño" del pueblo de Cádiz con Franco podría diluirse de persistir este falta de financiación.
En todo caso, el puente lo acabó pagando el Ayuntamiento, y con ello la ciudad de Cádiz, lo que llevó a la administración local al borde de la quiebra, y le obligó a vender la nueva infraestructura a Bética de Autopistas, imponiendo esta un peaje por su utilización que solo fue eliminado ya en democracia.
Con todo, la intención del Ayuntamiento de Cádiz era denominar el nuevo puente como "Generalísimo Franco", a pesar de que éste no movió un dedo en favor de los intereses de la ciudad. Tal vez en un rasgo de vergüenza por este desprecio, el dictador declinó este anuncio y propuso que el puente llevase el nombre del alcalde que lo impulsó, José León de Carranza.
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