Muy tenso debate entre los candidatos al Rectorado de la Universidad de Cádiz
cara a cara en Filosofía y letras
María Mosquera y Casimiro Mantell exponen sus modelos de Universidad en un cara a cara en el que la primera se refirió a “una campaña de bulos y desprestigio”, que rechazó el segundo
Mosquera propone un edificio nuevo para Ciencias de la Educación mientras se aclara Valcárcel
María Mosquera, candidata a rectora de la UCA: "No me gustaría renunciar a Valcárcel, pero necesitamos conocer el proyecto"
Casimiro Mantell, candidato a rector de la UCA: "Nuestro problema de urgencia se llama Ciencias de la Educación, no Valcárcel"
Estas son las mejoras que reclaman al nuevo rectorado de la Universidad de Cádiz
El debate entre la candidata y el candidato al Rectorado de la Universidad de Cádiz, la catedrática María Mosquera y el catedrático Casimiro Mantell, en la tarde de ayer comenzó en un Aula Magna de Filosofía y Letras casi llena con un cordial apretón de manos y terminó 95 minutos después, sin él.Fue muy tenso el cara a cara de los dos aspirantes a dirigir la institución académica gaditana durante los próximos seis años y no cuatro, tal y como marca la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). Ambos candidatos intentaron explicar sus programas y sus diferentes modelos de Universidad durante un debate muy dinámico organizado por el Consejo de Estudiantes de la UCA (CEUCA) y el periódico universitario Aula Magna, moderado, no sin dificultad, por su director, Miguel Gaona.
El ambiente comenzó a caldearse ya en la respuesta de los candidatos a las dos primeras preguntas de Gaona sobre sus respectivos modelos de gobernanza de una universidad con cuatro campus distintos y, cómo no, sobre si veían viable Ciencias de la Educación en Valcárcel. A lo primero, Mosquera respondió que no, desde luego con un Gobierno centralizado, sino con una propuesta innovadora que contempla dos vicerrectorados, uno en Jerez y otro en Algeciras, además de un tercero de Desarrollo Territorial. A esto añadió el empleo de los 39 millones de euros de remanente no afectados en la rehabilitación de infraestructuras, con una prioridad: Ciencias de la Educación. Sobre Valcárcel respondería más tarde.
Casimiro Mantell contestó que reduciendo el número de cargos y con la constitución de un Consejo de Dirección eficiente, con capacidad de decisión y bajo "un modelo de colaboración expandida" con todos los agentes, universitarios y sociales que fomente la participación. “Tenemos que escuchar”, dijo, algo que repetiría a lo largo de casi todas sus intervenciones. Mantell defendió una “Universidad actual” dirigida a partir de una dirección estratégica y no de planes estratégicos a medio plazo, como el elaborado por el equipo de Francisco Piniella, del que ha formado parte María Mosquera.
La ex vicerrectora de Política Científica e Institucional recibió la crítica recordando a Mantell que su equipo no es el de Piniella, sino uno diferente en el que, efectivamente, hay algunos componentes del anterior, como en el suyo. Y le acusó de haber ‘tocado’ a algunos de sus colaboradores, argumento que recuperó en varias ocasiones. “He leído en prensa que va a nombrar a cien cargos”, le dijo a continuación. “¿Cien cargos, dice? No, pero entenderá que los equipos cambien”, le respondió el catedrático en un tono sosegado que mantuvo durante todo el debate.
“Me preocupa Valcárcel, pero sobre todo Ciencias de la Educación, que es el edificio más obsoleto que tenemos”, dijo Mantell. “Hay un convenio del que todavía no tengo datos, pero parece que la única tabla de salvación, el único clavo ardiendo es Valcárcel. No digo que no quiera Valcárcel, todo lo contrario; pero necesitamos un plan de mantenimiento de todas las infraestructuras”, dijo. “Totalmente de acuerdo”, le respondió Mosquera.
Interpelada de nuevo por el moderador por Valcárcel la candidata contestó que ha tomado una decisión: construir un edificio nuevo en el campus de Puerto Real para Ciencias de la Educación en cuatro años, en tanto no se despeja el futuro del antiguo edificio del siglo XVIII. Parte del público aplaudió. Poco, pero aplaudió.
“En esa parcela no cabe ni la quinta parte de Ciencias de la Educación”, contrargumentó Mantell. ”¿Construir un nuevo edificio en tanto se rehabilita el otro? Ciencias de la Educación tiene un problemón”, añadió el catedrático. Mosquera intentó replicar, pero se lo impidió el moderador. A partir de ahí, fueron varias las llamadas de atención por interrupciones y por excesos de tiempo en su turno de palabra.
El segundo bloque, dedicado a los estudiantes y la docencia, se adentró en el Reglamento de Evaluación, que regula asuntos como el mantenimiento de la convocatoria de septiembre, el derecho a la copia del examen o la obligatoriedad o no de la asistencia a clase. “Ese reglamento no tiene el respaldo de los estudiantes porque no ha habido consenso”, dijo Mantell, quien se pronunció a favor de mantener los exámenes de septiembre y la no obligatoriedad de las clases presenciales. Posteriormente también lo hizo la candidata. “Los estudiantes dicen que no les escuchan”, afirmó. “Tenemos que modificar los estatutos y conseguir un cambio para que haya comunicación con ellos”, añadió Mantell.
Mosquera respondió avalando el trabajo del anterior vicerrector de Estudiantes, ahora en su equipo, “al que usted ha llamado al menos tres veces, profesor Mantell, para que estuviese con ustedes”. El catedrático volvió a responder de manera muy sosegada que también le tiene en alta estima y que mantiene muy buena relación con muchos de los profesores componentes de su equipo.
Mosquera defendió los aspectos positivos del reglamento, explicó su plan de crear un Vicerrectorado de Estudiantes y la Vida Universitaria, un plan para fomentar el asociacionismo y una Oficina de Atención Integral al Estudiantado. Además, hizo valer la Universidad Europea de los Mares, que lidera la UCA, como una de sus fortalezas.
Fue a continuación cuando la catedrática aludió a “una campaña de bulos y de desprestigio” puesta en marcha contra su persona y su equipo, supuestamente, por parte del entorno de Mantell. El catedrático le recomendó que, como él, hace, no prestase atención a ese tipo de mensajes en redes sociales. Pero Mosquera insistió: “Dice que no conoce esta campaña de descrédito ¿Desacredita a cualquier persona de su equipo que participe en ella?” “Claro”, le respondió Mantell.
A instancias del moderador y del propio Casimiro Mantell el debate se recondujo hacia lo que demandan los estudiantes. "No puede ser que los estudiantes tarden en llegar una hora u hora y media a sus facultades y que se diga que una cafetería no es un servicio esencial. No estoy de acuerdo", planteó el catedrático.
María Mosquera argumentó que "a los estudiantes se les ha utilizado siempre en épocas de elecciones y luego se les ha olvidado". Y a renglón seguido se refirió a unas ayudas de 1.200 euros que como vicerrectora de política Científica y Tecnológica puso en marcha para hacer trabajos Fin de Grado y Fin de Máster de 1.200 euros, para que los estudiantes pudieran Acercarse a los grupos de investigación. "Eso es ejemplo de sensibilidad con el estudiantado, por eso creo que tengo credibilidad entre ellos, porque los pongo en el entro de la Universidad".
Tras cinco minutos de descanso, el debate discurrió por los terrenos de la investigación y la transferencia de conocimiento. María Mosquera defendió que no sólo tiene que ser tecnológica y puramente científica, sino también desde las disciplinas humanísticas y sociales. En este punto, Casimiro Mantelll puso de manifiesto el descenso del número de publicaciones en revistas científicas que ha sufrida la UCA en los últimos años, superada por universidades mucho más pequeñas como la de Jaén, o la de Córdoba. También las dificultades de los institutos de investigación para acceder a programas europeos y las trabas burocráticas. María Mosquera negó ese retroceso y se refirió a un salto exponencial en el número de proyectos de producción científica que salen adelante y la informatización de muchos trámites.
Mantell también criticó la desconexión de la Universidad con las empresas, a lo que Mosquera respondió que su visión se limita en materia de transferencia a las tecnológicas e industriales, con las que la UCA mantiene buenas relaciones, pero que no son las únicas con las que establecer lazos.
El último bloque se refirió a la situación del Personal Técnico, de Gestión, Administración y Servicios (PTGAS) y al Personal Docente Investigador (PDI) con contrato temporal laboral. "Ninguno de los dos colectivos se siente querido por esta Universidad, hay mucha desconexión", dijo Mantell. En este sentido se refierió a un "reglamento de teletrabajo que no les sirve" y a ser de los pocos en la universidad española qu eno tiene reducción de jornada cuando llegan a los 60 años. Tanto el catedrático como la catedrática pusieron de manifiesto, además, la necesidad de acabar con la precariedad que padecen cerca de 300 profesores, cifra que conla LOSU debe quedar reducida a en torno de 90.
El debate se adentró en otros muchos temas y culminó con una ronda de preguntas del público y con un "minuto de oro" en el que los candidatos pudieron pedir el voto a la comunidad universitaria. Ambos fueron aplaudidos desde cada una de las mitades del auditorio, si bien Casimiro acumuló más segundos. Pero sobre todo, el debate acabó como dijimos al principio, sin apretón de manos entre los candidatos.
27 Comentarios