Cádiz

El balance del alcalde de Cádiz un año después de las elecciones municipales: "Las cosas no salen de un día para otro"

Bruno García, en el despacho de la Alcaldía al poco de su victoria electoral.

Bruno García, en el despacho de la Alcaldía al poco de su victoria electoral. / Julio González

“Un año muy intenso”. Así resume el alcalde de la ciudad, Bruno García, los doce meses que han transcurrido ya desde aquella noche de mayo en que la ciudadanía decidió cambiar el signo político del Ayuntamiento y darle al PP la mayoría absoluta después de ocho años. Un año en el que el nuevo gobierno ha tenido “que afrontar muchas cosas que estaban sin hacer o con deficiencias y, a la vez, ir sacando proyectos y políticas que sienten las bases del Cádiz que queremos en el futuro”.

“Las cosas no salen de un día para otro”, ha remarcado García, consciente quizá de la lentitud con la que parece rodar el Ayuntamiento. Aunque él se muestra convencido de que se está avanzando de manera importante en tres frentes: “para obtener la financiación con la que poder abordarlas, en la redacción de los proyectos y en los procesos administrativos”. Asegura el alcalde que todo ello “va a dar sus frutos y dentro de tres años veremos ya finalizados muchos de los proyectos en los que se está trabajando actualmente”.

Por el momento, se ha querido detener en distintas líneas maestras que considera que ha empezado a poner en marcha desde su llegada al Ayuntamiento (que no fue esa noche electoral, sino semanas más tarde, a mediados de junio). La primera es su insistencia en ser “el alcalde más social, que genere más progreso y el más cercano”. De ahí que cite ejemplos como el nuevo pliego que se va a sacar de ayuda a domicilio, “que va a suponer una mejora sustancial en el servicio que se presta a las personas usuarias y también para la propia plantilla”; o el pago de los alquileres a personas vulnerables antes del día 5 de cada mes; o el proyecto de reforma del albergue “que estaba en una situación indigna” y el albergue de segunda actividad proyectado en la calle Soledad. “Y la vivienda, que también es política social, con la financiación y el anuncio de 106 pisos que van a salir en los próximos meses”, añade García, que además matiza su visión de que la política de vivienda sea “diversa” y “no solo de alquiler social”.

Respecto al progreso, asegura el alcalde que muchos de los proyectos que plantean “van a generar dinamismo y desarrollo económico en la ciudad”, como el caso del nuevo pabellón Portillo “para el que ya tenemos financiación” o el futuro Parque del Cementerio para “el que se siguen dando pasos”. Todo ello mientras “estamos también encima de las cosas pequeñas, con un plan de mantenimiento urbano, la sustitución de los suelos de los parques infantiles, o el proyecto de mejoras del Parque Genovés” que precisamente se aprobó este mismo viernes.

Lo de cercano lo refiere Bruno García porque “hemos querido estar en todos aquellos sitios donde se nos ha invitado, mostrando respeto por cada uno de los colectivos y de los gaditanos”; y porque asegura haber seguido tomando café con gaditanos como inició durante la campaña, habiéndose citado ya “con un centenar de personas en este primer año como alcalde”.

Los problemas encontrados

Frente a todo lo realizado, también menciona García los “escollos” que se han encontrado a su llegada al Ayuntamiento y que estarían influyendo en ese lento avance de la ciudad. “Hemos tenido muchos frentes abiertos, con mucho trabajo acumulado que explica muchas cosas de lo que podía ocurrir con la gestión”, refiere el alcalde en relación al anterior gobierno, del que señala que “ha ido aparcado muchos temas por dejadez y ahora ha habido que afrontarlos”.

De estos problemas, señala de modo especial el dirigente gaditano el de la plantilla municipal, “que ha disminuido de manera considerable en los últimos años”. “Tenemos unos funcionarios magníficos, pero muchos menos que los que había antes y ellos son imprescindibles para que salga toda la gestión municipal”, señala García, que no esconde que “recuperar el terreno perdido nos va a llevar meses”.

En definitiva, considera el alcalde que en estos primeros meses de mandato “estamos sentando las bases de lo que queremos”, que es “un turismo en convivencia con los vecinos, para lo que no solo vamos a mantener y ejecutar la normativa que dejó el anterior equipo de gobierno, sino que vamos a ser más restrictivos aún”, una ciudad “de oportunidades” que mire al progreso y consiga frenar la sangría de población. Porque esto último, no bajar de los 100.000 habitantes, es “uno de los objetivos prioritarios” de este alcalde que fue elegido hace ahora un año.

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