Alejandro Sanz desvela la procedencia de sus gustos musicales: "Mi padre ponía flamenco en el viaje de Madrid a Cádiz"
El artista recuerda cómo los viajes familiares marcaron su oído y forjaron la base de un estilo que hoy mezcla emoción, raíz y modernidad.
Riki Rivera defiende el acento andaluz en 'Gente Maravillosa': "Tenéis una mijita de andalufobia"
Alejandro Sanz siempre ha mantenido una estrecha vinculación con Cádiz, una tierra que considera parte de su identidad emocional y artística. Aunque nació en Madrid, su infancia y su familia paterna lo conectaron profundamente con el sur. Cádiz no solo fue un destino habitual en sus viajes familiares, sino también el lugar donde empezó a descubrir el flamenco y a sentir la música como una forma de vida. Aquellas visitas a la provincia, entre el olor a mar, las guitarras y el acento gaditano, fueron el germen de una sensibilidad que aún hoy impregna su obra y que lo han convertido en hijo adoptivo de la ciudad de Cádiz.
Los viajes que marcaron el oído de un artista
"Mis gustos musicales vinieron mucho por la música que mi padre ponía en esos interminables viajes que hacíamos de Madrid a Cádiz en un Seat 600, que era un coche chiquito que se calentaba y había que parar a echarle agua. Y ponía siempre flamenco", confesó Alejandro Sanz en el pódcast Creativo junto a Roberto Mtz. Aquellos trayectos en un Seat 600 cargado de recuerdos, discos y acentos andaluces se convirtieron en la primera banda sonora de su vida. "Entonces, lo primero que yo escuché así con enjundia, que me movió y que me erizaba la piel, era Paco de Lucía, Los Manuel… cosas así. Entonces, los niños de mi edad escuchaban los grupos de moda de los chicos, que eran Parchís, y yo escuchaba a Paco de Lucía. Tenía una inquietud, era como el rarito de la pandilla", afirma el cantante.
Eran años en los que el viaje se medía en horas y canciones. Su padre, aficionado al flamenco, transformaba la carretera en una clase improvisada de música y emoción. Esa mezcla de tradición, familia y carretera fue, según el propio Sanz, una de las primeras semillas de su identidad artística.
La música siempre ha sido parte de Alejandro Sanz
Sanz siempre ha mostrado respeto por sus raíces, pero sin convertirlas en un límite. "En mi casa y en mi familia siempre hubo música. Nosotros somos del sur de Andalucía, entonces todas nuestras reuniones giraban en torno a la música; o sea, las Navidades, las fiestas, los cumpleaños… todo era siempre una hoguera, una guitarra, un no sé. Mi padre era músico, entonces en mi casa siempre hubo guitarras y, desde muy chico, sentía esa atracción. Me gustaba el mundo de la música.", reflexionaba el artista en la entrevista.
Esa visión se refleja también en sus recuerdos familiares: la figura de su padre como transmisor de una sensibilidad musical sincera y sin artificios. "Mi padre me empezó a poner las manos, como se dice, en la guitarra, enseñándome los primeros acordes. Y un día, mi madre, que se quería quitar de en medio a mi hermano y a mí porque estaba sola con nosotros y éramos muy jaleosos, nos quiso apuntar a una clase de kárate, para cualquier cosa, pero estaba cerrada la academia de kárate. Y al lado había una de guitarra. Entonces me metió a guitarra, ¿sabes? Y así empezó. Y ahí empezó, imagínate".
La insitencia como base del éxito
El artista firma que llegar al lugar donde se encuentra en estos momentos no ha sido fácil y que fue la insistencia la que lo hizo llegar a ser alguien dentro de la industria musical. Tenía claro cuáles eran sus sueños y sus metas, pero lo cierto es que la perseverancia y el trabajo que hay detrás de composición y creación han conseguido elevar a este artista a convertirse en uno de los más reconocidos a nivel mundial y cosechar una gran cantidad de premios internacionales y una larga carrera de décadas.
Temas relacionados
1 Comentario