San Fernando

El futuro isleño, a pie de la Bahía

  • La empresa Pascual incluye parte del área de Punta Cantera dentro de su plan para salvar el hospital militar El plan de sectorización de estos suelos tendrá que estar hecho en tres años

Mucho se ha hablado y mucho se ha escrito sobre los polvorines de Fadricas. Sobre un suelo que promete, sobre unos terrenos sobre los que se demanda protección. Esta semana esta superficie pendiente de desarrollo de la ciudad de San Fernando ha vuelto a ser noticia. Parte de este espacio está en el plan expuesto por el empresario José Manuel Pascual Sánchez-Gijón, que liga al futuro del hospital de San Carlos el futuro de otros suelos militares, tanto de La Isla como de Cádiz. El gerente de la empresa que gestiona el gaditano hospital de San Rafael se ofreció a tomar la gestión del centro hospitalario que Defensa tiene en la localidad mientras se construye un nuevo hospital de alta resolución de especialidades en Janer -un sitio con mejor ubicación-. Pero además demandaba suelo en Fadricas para construir un hotel, la misma idea que tiene para el espacio que ocupa la residencia militar de Cortadura y para el Campo de las Balas en Cádiz. Cada uno de estos suelos se encuentra en una situación administrativa distinta, en manos de Defensa casi todos, pero con acuerdos con otras administraciones para su desarrollo. El caso de los polvorines de Fadricas es muy particular, puesto que la parte de Defensa se incluye como el resto de la superficie de Punta Cantera y parte de La Casería en una reserva de suelo realizada por el Ayuntamiento.

Desde hace años se habla de la recuperación de los terrenos de los antiguos polvorines para la ciudad. A finales de los año 90, el Ministerio desmilitariza el área y poco después los desafecta. En julio de 2002 firma un convenio con el Ayuntamiento isleño en el que los incluye, junto a otros espacios militares de la ciudad, para esa deseada recuperación. Sin embargo en más de diez años no ha habido desarrollo alguno de esos suelos. Tampoco de Punta Cantera. De hecho, la maniobra del Gobierno municipal de San Fernando entre finales de 2006 y principios de 2007 que inicia los trámites para hacer una reserva de esta parte de la ciudad provoca el malestar de Defensa, que bloquea la situación.

Sin embargo, poco antes de las elecciones municipales de 2011, los responsables del Ministerio anuncian que se unen al acuerdo de bases que había redactado la Administración local y que habían firmado ya la mayoría de propietarios de la zona -muchos con pocos metros cuadrados y otros como la familia Vela de la Flor, los únicos reversionistas, con una cantidad importante-. Esa aceptación se hace efectiva con la rúbrica del director gerente del Instituto de Vivienda, Infraestructuras y Equipamiento de la Defensa, Miguel Ángel Rodríguez Villanueva, del mencionado acuerdo de bases, el pasado mes de mayo.

El convenio suscrito con los propietarios obliga al Ayuntamiento de San Fernando a redactar el plan de sectorización para su desarrollo en los próximos tres años. Responsables municipales aseguraban, de hecho, que ya contaban con varios anteproyectos, y que los pasos podrían realizarse una vez entrara en vigor el nuevo Plan General (PGOU), trámite prácticamente efectivo tras la publicación el pasado 8 de febrero del documento en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).

Los planes para Punta Cantera siempre han contado con la construcción de viviendas y la creación de zona económica, incluida la edificación de un espacio hotelero. Los atractivos del suelo, de su ubicación, concretamente, son evidentes. Se trata de una superficie de unos 500.000 metros cuadrados, en plena fachada del saco interior de la Bahía de Cádiz, que delimita por un lado con Bahía Sur y Caño Herrera y por otro con La Casería de Ossio. Ya está definido su límite residencial: se construirán hasta 1.750 viviendas, de las que el 51% tienen que ser de protección, es decir 892. Tendrá zonas comerciales y actividad económica, para la que se reserva hasta el 27% del suelo. Se prevé la creación de una parque con una superficie de 250.000 metros cuadrados, pero también de un puerto náutico y de equipamientos deportivos. La idea es regenerar, por supuesto, el borde litoral y recuperar las fortificaciones y el conjunto de los polvorines. Porque el futuro de San Fernando pasa por estos suelos.

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