La Azotea

Pilar Vera

pvera@diariodecadiz.com

Narrativa del fin del mundo

Hay que reconocer que nos está quedando una narrativa del fin del mundo preciosa. Los bosques de posidonias desaparecidos; los huracanes de fuerza desconocida; los recuentos anémicos de abejas y mariposas; los osos polares, famélicos como maldiciones. Entre todo ese patrimonio derretido, estará también el nuestro. Nuestras huellas. Cuando uno visita el fuego de piedra de Skara Brae piensa, idiotamente, que los tatarabuelos neolíticos también se volvían locos por la primera línea de playa. Línea de ola: tan metidas en el mar están esas casas de 5000 años. Evidentemente, hace cinco mil años, la línea de mar no estaba allí. Y, dentro de poco, podría estar por encima. Las Orcadas están tan trufadas de restos arqueológicos que, en muchos de ellos, los investigadores trabajan ahora entre mareas, sabiendo que el agua lo cubrirá todo. Qué razón tenía el de lo hermoso y lo terrible.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios