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Un Carnaval 'alegal' en la Historia

David Monthiel: "El carnaval callejero es el que más respeta el espíritu subversivo de la fiesta"

  • El escritor está "con los dos" carnavales de este año ya que entiende la decisión de trasladar la fecha del COAC por los contagios

El escritor gaditano David Monthiel.

El escritor gaditano David Monthiel. / Jesús Marín

Autor de Historia General del Carnaval (El Paseo), el escritor David Monthiel trata de la dicotomía entre el Carnaval de dentro y de fuera de la puertas del Falla en la novela Carne de Carnaval. "Siendo rigurosos -comenta-, el carnaval callejero es el que más respeta el espíritu subversivo de la fiesta. El que sucede sin que ninguna institución organice o gestione. Y el que aún sufre los cubazos de agua. Las diferencias básicas están en cuestión de horarios, programas, concursos organizados, eventos, pregones etcétera. En la calle no hay nada de eso. En relación a los repertorios y agrupaciones, la calle tiene total libertad para componer chirigotas de dos, cuartetos de diez, romanceros de tres... y se pueden cantar diez estribillos distintos, tener seis músicas de cuplés, cumbias, canciones, rumbas, reguetones... lo que se quiera frente al repertorio cerrado del oficial".

Dicho esto, Monthiel asegura no estar en contra de la profesionalización del carnaval, "ya que siempre, desde las tan mentadas 'Viejas Ricas', las agrupaciones han actuado allende las Puertas de Tierra y han ganado dinero dignamente. Así que la tradición carnavalera no es de candidez y honestidad de lo puro encerrado en Cadi Cadi, sino salir a cantar fuera. Y ganar dinero. ¿Por qué no? La honestidad estaría en resistirse a las instrumentalizaciones que los medios hacen del carnaval para rellenar horas de contenidos. El carnaval que se hace en Alcalá de Guadaira es de Cádiz, así como el flamenco que se hace en Tokio es andaluz. Eso no se puede olvidar".

Sí es cierto que, "hasta 1978, el Carnaval fue considerado por la "gente de bien" de bajuno, grotesco, ordinario, ya que siempre estuvo escrito, musicado y cantado por obreros, que, además, tenían la poca vergüenza de reírse de la mojigatería de la "gente de bien". El ejemplo clásico, 'Las Viejas Ricas'. En 1978 se da cuelo para salir a las clases medias y a los profesionales liberales, esos que luego critican que alguien en paro en la bahía de la deslocalización se gane la vida con el carnaval ya que tienen oficio y beneficio fuera de la fiesta".

Monthiel no cree que la diferenciación entre alta y baja cultura afecte al Carnaval: "Cada vez más carnavaleros leen a Pierre Bourdieu y saben lo que es la "distinción". Algo así como que te da rollazo cultureta despreciar a Paco Alba y adorar a Manuel de Falla -indica-. Despreciar a Paco es un error. Muy grande. Escuchar (y hacer) carnaval (de Cádiz) ahora mismo es una forma de cultura de masas en toda Andalucía. Y el reducto carca que aún maneja lo de alta y baja cultura es aquel que nunca ha hecho tipo-tipo en una bulla por los callejones a las dos de la mañana un lunes de coros". 

También es importante "su papel como motor económico", y como tal ha sido promocionado "de Valverde a Genovés, de Carlos Díaz al Kichi. Como cultura, el carnaval (en toda su amplitud) merece un reconocimiento académico (como otra música popular) debido a que es una forma popular de expresión en la que el ingenio la creatividad, la música y la letra, tienen una importancia brutal y decisiva. Frescura y profundidad, ironía y astuta forma de denunciar, riéndose, los males de una sociedad son sus avales para los estudios científicos. Casi na. Como ya he dicho muchas veces, el carnaval es un arte marcial que gana siempre con la fuerza de otras músicas, con la parodia, con la ironía, con la capacidad de improvisación. Es una apisonadora cultural". 

Y este año, apunta, no será el único con dos Carnavales "porque la ciudad siempre ha tenido varios: el de los guiris, el de los sevillanos, el de los emigrados que regresan, el de la gente de las peñas, el de la que monta una barra, el de la que canta por primera vez en Capuchinos.. La única diferencia -señala- es la fecha. Yo estaré con los dos. Entiendo el traslado de la fecha del COAC por la pandemia. La decisión fue acertada viendo lo que ha sucedido en diciembre-enero. Pero está por ver cómo se "organiza" el de febrero".

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