Análisis

José guerrero ‘yuyu’

A por una machada de las épicas

El Cádiz es de lo peor que hemos visto en muchos años, pero tiene posibilidades de salvarse

Suele decirse de alguien o algo que no está cuando, o donde, tiene que estar, que “ni está, ni se le espera”. El Cádiz es evidente que no está, pero tiene una afición tan maravillosa que sí que se le espera. Con todo en contra, y con un juego que aburre hasta a los caballos de madera, aquí se sigue esperando a ese Cádiz de los milagros, a ese Cádiz de la liguilla de la muerte, a ese Cádiz que si que fue capaz de ganar lo cuatro últimos partidos de una liga para salvarse. En Cádiz se espera el milagro, pero el milagro es no haber descendido ya. El Cádiz de esta temporada es de lo peor que hemos visto en muchos años, y pese a todo eso, increíble pero cierto, todavía cuenta con posibilidades de salvación. Ante el Mallorca volvió a ser más Cádiz que nunca. Ruina pura. Y ahora toca lo teóricamente imposible, ganar en Madrid para seguir una semana más en la UCI o tener perspectivas de mejoría. En estas ultimas semanas he mantenido una teoría, según la cual si el Cádiz sale vivo (y por vivo me refiero a recortar como mínimo un punto al Celta) puede tener opciones de salvación. Si se pierde en Madrid y el Celta gana, podemos ir preparando la esquela. No me preocupa un Real Madrid al que si yo fuera su presidente o entrenador no me gustaría ganar la liga hoy a cualquier precio. La liga la tiene ganada el equipo de Ancelotti, si o sí, y con la vuelta del miércoles ante el Bayern de Múnich el partido de hoy casi pasa a un segundo plano. El problema es el Cádiz, que, aunque el Real Madrid jugara con Buyo, Camacho, Sanchis, Chendo, Hugo Sánchez, Santillana y cinco más nos podrían golear. Yo creo que había que haber prescindido de Sergio González en ese periodo de dos o tres semanas sin liga por parón de selecciones. Pero no se hizo. De la misma manera de que un servidor habría finiquitado el mismo domingo a Pellegrino y me la jugaría a lo kamikaze con alguien que no tuviera nada que perder. Pero tampoco se ha hecho y tenemos que jugar con las cartas que tenemos en la mano. No queda otra. En el vestuario bien se haría en conjurarse para que los propósitos de enmienda se hagan antes y no, como siempre, después de los partidos. Caer ante el Real Madrid allí es lo normal, lo dicen las estadísticas, con 1 victoria, 2 empates y 16 derrotas, pero es que ya no nos vale ni caer con honra. Yo prefiero ganar, aun haciendo el ridículo, con gol en propia puerta de Florentino Pérez que perder haciendo un partidazo.

Parece imposible, es de ilusos (visto lo visto) pero todavía quedamos algunos a los que el corazón les puede más que la cabeza. Elevo la apuesta. Estoy convencido de que si el Cádiz obrase el milagro de ganar en Madrid, se salva. El Celta tiene un calendario mortal. El Cádiz, salvo el marrón gordo de hoy, tiene rivales mucho más asequibles sobre el papel: Getafe, Sevilla, Las Palmas y Almería. El problema más gordo es que el principal rival del Cádiz viste de amarillo y se llama Cádiz CF. Y lo primero es vencernos a nosotros mismos. Sin eso, no hay esperanza.

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