Manolo Morillo
La bandera como coartada
Acumulan años, cuando no décadas, de total abandono; de anuncios incumplidos, de proyectos e infografías devueltas al cajón, de plazos ampliamente superados… Y, de repente, empiezan a coincidir en el tiempo diferentes anuncios y avances administrativos que pueden suponer el final de un eterno túnel, un giro a la dejadez y la inactividad, como si la ciudad quisiera recomponerse de una vez por todas y empezar a crecer, aprovechando todos los suelos que sigue teniendo disponibles (con el lujo que esto supone en una ciudad sin suelo).
Las administraciones parecen haberse puesto las pilas, al fin, y 2025 asoma de repente como un año que puede ser clave para el futuro de la ciudad. Así, puede ser este el año en que por fin empiece a actuarse sobre el edificio de Valcárcel, donde la UCA ya trabaja para implantar el grado de Farmacia, que primero tendrá que aprobar la Junta de Andalucía cuando se formalice la propuesta y que posteriormente tendrá que poder implantarse en Valcárcel cuando todas las administraciones hagan su parte en lo que a la rehabilitación del edificio, su equipamiento interior y la urbanización del entorno se refiere.
En esta línea, Diputación ha firmado ya el contrato con Tragsatec para la redacción de los proyectos de consolidación de la cimentación y estructura del histórico edificio, así como de las fachadas y cubiertas; a lo que se une la demolición de los inmuebles anexos (el salón de actos y las naves de la zona trasera). Todo ello en un período marcado de tres meses, que deben dar posteriormente paso a la redacción del proyecto de ejecución y la licitación de esas obras que determine Tragsatec, para lo que Diputación ya ha reservado en su presupuesto una partida de 3 millones de euros.
Este año en curso es también el que ha sido señalado para el inicio de las obras de la futura Ciudad de la Justicia en los depósitos de tabaco. Así lo ha reiterado la Junta de Andalucía en varias ocasiones, confirmando así un proyecto que avanza en la tramitación de una de sus fases (la construcción del nuevo edificio de nueve plantas de altura, cuyo estudio de viabilidad está en período de exposición pública actualmente) y que pretende empezar lo relativo a la rehabilitación de los edificios históricos (naves, depósito de 1961 y edificios de ingenieros) antes de que finalice el año.
También puede terminar el año en obras la futura sede de la administración central en la Avenida de Andalucía. El solar de la Subdelegación que aguarda desde los años 90 el proyecto estatal, y que ha visto varios planteamientos y edificios diseñados, va a salir a licitación por 18,4 millones de euros y un período de obras de dos años, los que se necesitarán para construir el nuevo edificio de 7.200 metros cuadrados y siete plantas (sótano, baja y cinco de altura) en una parte reducida del solar, dejando el resto del suelo como espacio público y también como aparcamiento. El Consejo de Ministros daba el martes luz verde a este proyecto, dando así al Ministerio de Hacienda vía libre para iniciar el proceso de licitación, que teniendo en cuenta la fecha actual podría derivar en la adjudicación e inicio de las obras antes de que termine el año, estrenando la administración esta nueva sede a finales de 2027.
Estas noticias de los últimos días se unen al nuevo intento de convertir el edificio fantasma de Puerto América en un hotel de cinco estrellas, proyecto que ya prepara un inversor sevillano a la espera de que el Consejo de Ministros desbloquee la operación aceptando el uso hotelero que lleva años persiguiéndose (aunque haya partidos ahora que desdigan lo acordado en su momento y generen dudas donde había certezas), o al pequeño avance anunciado por Salud para el futuro centro del Mentidero en dos históricas fincas de la Plaza de Mina, que ya cuentan con el aval arqueológico para seguir avanzando en una tramitación que se daba por terminada y que aún tiene recorrido por delante hasta la licitación de las obras que tienen un presupuesto previsto de 4,5 millones de euros para habilitar un centro de salud de 1.485 metros cuadrados de superficie útil que dará servicio a una población de entre 8.000 y 9.000 usuarios, además de acoger la sede del distrito sanitario.
Todo ello coincide, a su vez, con el reinicio de las obras de construcción de un aparcamiento en superficie junto a la antigua estación de tren, en la primera fase de un proyecto que contempla también la reurbanización del actual acceso a la estación de trenes, así como la apertura de la calle que existe entre ese histórico edificio y la Aduana, lo que será un primer paso de la transformación urbanística que se espera en toda esa zona (donde el Ayuntamiento proyecta la construcción de un aparcamiento subterráneo para dejar espacio a una gran zona verde junto a la muralla de la Cuesta de las Calesas).
El avance de las obras del futuro hotel de la tribuna del Estadio, el inicio de los trabajos en el Parque Genovés (que deberán seguir en próximas semanas y meses con la culminación del Teatro y con la rehabilitación integral de la Pérgola de Santa Bárbara), la fase final de la obra de Incubazul en el polígono exterior de Zona Franca, o el derribo del único edificio que sigue en pie en el solar de Tolosa Latour que la Junta va a destinar a vivienda y equipamientos autonómicos y municipales son otros de los proyectos que acumulan años de retraso y que empiezan a ser realidad o a tramitarse en este 2025, invitando así al optimismo de una ciudad tan castigada por las administraciones públicas.
Precisamente por eso, a pesar de los distintos avances que se van anunciando en estas últimas semanas, habrá que seguir siendo prudente, a la espera de que definitivamente 2025 sea el año.
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