La mirada moderna de Francis Bacon (1909-1992) reposa ya sobre las paredes del Museo del Prado. Las primeras pinturas del artista, al que se le dedicará una gran retrospectiva que se inaugurará el 3 de febrero, ya están colgadas en la pinacoteca nacional. En total se exhibirán casi sesenta pinturas entre las que figuran 16 trípticos de los más importantes realizados por Bacon, además de material documental procedente de su taller.

El ministro de Cultura, César Antonio Molina, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, junto al vicepresidente de la empresa Acciona, Juan Ignacio Entrecanales, firmaron ayer un convenio de colaboración para apoyar esta exposición, ante la primera obra ya colgada, Tríptico inspirado por el poema de T.S Eliot 'Sweeney Agonistes'.

La muestra antológica sobre Francis Bacon es una de las más importantes exposiciones que se han realizado sobre el artista tras su muerte en Madrid en 1992. Reunirá prácticamente todas las obras fundamentales de Bacon, pintor británico de origen irlandés, considerado uno los artistas más originales del siglo XX.

Manuela Mena, comisaria de la muestra junto a Chris Stephens y Matthew Gale (Tate Britain) Gary Tinterow y Anne L. Strauss (Metropolitan Museum of Art), destacó la "conexión" que se establece entre Bacon y algunas obras del Prado, como por ejemplo, con algún lienzo de El Greco. Para Mena, Francis Bacon es un técnico "fabuloso" capaz de expresar en "pocas pinceladas, grandes cosas". Asimismo, Mena resaltó sus transparencias, la calidad de sus lienzos, y su pasión por Velázquez y algunos cuadros del Museo del Prado, que visitó en los últimos años de su vida, entre ellos, La Venus o Las Meninas.

Frente a quienes opinan que esta antológica sobre Francis Bacon debería haberse exhibido en el Museo Reina Sofía, Manuela Mena alegó que el Prado es "joven" para recibir a Bacon y aseguró que Bacon aporta su mirada y nos enseña a todos la "cultura violenta" que está detrás de sus lienzos. Y recordó la visita de Bacon al Prado en los últimos años de su vida, cuando despreció "su propia obra" frente a los grandes lienzos que colgaban de la paredes de la pinacoteca nacional.

Organizada en colaboración con la Tate Britain de Londres y el Metropolitan de Nueva York, la obra de Francis Bacon recalará en la capital hasta el 19 de abril antes de su exhibición en Nueva York.