Provincia de Cádiz

"Aún sigo en 'shock', sin creerme que no estuvieran preparados para un incendio"

  • Una de las víctimas del fuego en un bungaló de un camping de Conil relata cómo lo vivió

No hubo heridos, pero aquel incendio pudo haberse convertido en una tragedia. Todavía conmocionada por lo sucedido, una de las víctimas del siniestro que calcinó un bungaló en el camping Fuente del Gallo, de Conil, la mañana del martes, relata a Diario de Cádiz cómo vivió aquellos terroríficos momentos. Habla Mónica Méndez:

"La noche anterior estábamos mi marido y yo en el porche, con una vela encendida contra mosquitos que nos vendieron en el mismo camping. Al percatarnos de que nuestro bebé [de 10 meses] estaba llorando, los dos entramos para calmarlo y olvidamos apagar la vela. A las 7 de la mañana me despertó mi sobrino gritando que había fuego en nuestro bungaló. Me levanté muy nerviosa y las llamas ya alcanzaban más de tres metros. Nos era imposible escapar por la parte delantera, así que decidimos saltar por la ventana del dormitorio. Mi madre, al ser mayor, no conseguía salir, así que, desesperados, empezamos a buscar un extintor en el interior, sin ningún éxito. En ese mismo momento explotó la puerta principal y las llamas entraron en el salón. Corrimos al dormitorio, cerramos la puerta y, como pudimos, sacamos a mi madre".

"Una vez fuera, mi marido y yo en ropa interior, mi madre en camisón, mi bebé solo con su pañal y todos descalzos, nos sentamos en estado de shock en un poyete de un bungaló colindante. En ese momento sólo había un vecino con una pequeña manguera sofocando las llamas. Pero no era suficiente, ya que la manguera ni siquiera llegaba bien al bungaló. Otros vecinos intentaron coger otra manguera que había a unos diez metros, pero les fue imposible ya que estaba encasquillada. Al final consiguieron cogerla y al activarla, el agua salía en forma de aspersor. Al cabo de un rato lograron que saliera el chorro. Con las dos mangueras consiguieron apagar un poco las llamas, pero el interior seguía ardiendo. Hasta que llegaron los bomberos" [...]

"Los vecinos nos atendieron con muchísima amabilidad, pero quiero dejar claro que en ningún momento se acercó a nosotros personal del camping para ayudarnos u ofrecernos cobijo o algo de beber, ni siquiera para tranquilizarnos. Antes de irnos hablamos con el dueño del camping. Las palabras de ese ser inhumano fueron: 'yo ya no tengo nada que ver; id a la Guardia Civil', sin preguntarme ni siquiera por mi bebé. [...] Al vernos sin nada de dinero, ya que todo se quemó en el bolso de mi bebe -incluso su carrito- le solicitamos nos devolviese el dinero de los días restantes que nos quedaban por disfrutar. Nos lo negó y nos dijo que reclamásemos al seguro. Aún sigo en shock, aturdida por los hechos y sin creerme que en un camping con bungalós de madera y repleto de árboles no estén preparados para un incendio".

"Afortunados de estar vivos, queremos expresar nuestro agradecimiento a todas las maravillosas personas que nos brindaron su apoyo. No nos quitamos culpa. Desde el minuto uno confirmamos que todo fue causado por un despiste nuestro, pero pedimos que revisen las medidas de seguridad, no en sólo este camping, sino en todos. Porque este despiste podría habernos costado la vida. Y con un simple extintor y una alarma de incendios nada de esto hubiese llegado tan lejos".

Este periódico intentó ayer hasta en tres ocasiones recabar la versión del propietario del camping. "Aquí cumplimos con toda la normativa contraincendios que exige la ley", dijo una trabajadora que no quiso identificarse.

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