Crece el temor por la seguridad del tranvía tras el último accidente
Vecinos de Chiclana reclaman una mejor señalización en los cruces y rotondas del trazado urbano después de que un coche quedara atrapado bajo un convoy y una mujer y su hijo resultaran heridos
La madre herida en el accidente del tranvía de Chiclana recibe el alta y el menor continúa hospitalizado
Desde que diera sus primeros y titubeantes pasos, allá por 2003 con estudios informativos y de viabilidad, el proyecto del tranvía de la Bahía de Cádiz ha recorrido un camino tortuoso en cuyos márgenes no han faltado las voces que dudan no sólo de su necesidad sino de la seguridad vial. El accidente del pasado sábado en Chiclana, en el que tras una colisión un coche quedó, literalmente, bajo el convoy y un menor quedó atrapado durante horas hasta que pudo ser excarcelado por los bomberos, ha hecho que arrecien las críticas a la señalización del tranvía a su paso por esta población e incluso piden la colocación de barreras en las zonas más críticas.
No puede obviarse que el accidente se produjo después de que la conductora del vehículo implicado se saltase un semáforo en rojo. Sin embargo, han sido muchos los chiclaneros que circulan a diario por la zona que han venido alertando en redes sociales reiteradamente de la mala visibilidad de dicha señalización, a una altura considerable y que convierte ese cruce en concreto en muy peligroso. Dos días después del suceso, la mejor noticia es que la conductora ya ha sido dada de alta y su hijo, de 13 años, que quedó atrapado, ni siquiera ha necesitado pasar por el quirófano y sólo tiene contusiones varias en las piernas. Atendiendo a las imágenes, el desenlace del accidente puede considerarse milagroso, puesto que el coche quedó reducido a un amasijo de hierros que durante los primeros momentos hizo temer unas heridas de gravedad del joven atrapado.
Ante los hechos del último accidente muchas personas reclaman una mejora en la señalización. Por ello, se ha creado una petición en la plataforma change.org para que el Ayuntamiento instale semáforos claros y, en definitiva, mejor señalización en las rotondas y cruces del tranvía. De momento esta petición ya ha sido firmada por varios cientos de personas.
Desde el pasado sábado se han sucedido las opiniones de los vecinos de la zona. Algunos consideran que el problema “es sobre todo de educación. En ciudades europeas se respeta el tranvía, los semáforos, la velocidad, me parece que tenemos que concienciarnos y hacer bien las cosas en vez de desechar algo tan válido”, dice uno de ellos.
“Donde se ha visto un paso de vías sin barreras... ¿cuántos accidentes más van a tener que pasar para que se tomen las medidas que deberían estar puesta desde el principio? Además de ser una rotonda con tantas salidas y tanto tráfico”, comenta otra vecina.
Entre las quejas más generalizadas están que los semáforos del tranvía cuesta verlos. Esto es un problema que se agrava porque hay muchos conductores que no respetan la velocidad máxima permitida en una zona comprometida. “Es la ley de la selva, siempre vamos con prisas, y luego pasa lo que pasa”, comenta otro.
El problema no sólo afecta a los chiclaneros sino a muchos ciudadanos del área metropolitana de la Bahía. “Yo no circulo tranquila por Chiclana desde que está el tranvía. Hay que estar pendiente de las rotondas y del semáforo. Yo también hubiera prescindido del tranvía en Chiclana y San Fernando, porque ya tenían buena comunicación. La zona de la Janda sí que lo necesitaba”, opina otra señora.
Hay muchos usuarios del transporte público que tienen que ir cada día desde Chiclana hasta Cádiz para trabajar y que prefieren el autobús. “Trabajo como enfermera en el Puerta del Mar y es que no se me ocurre coger el tranvía. Una vez probé y tardé 50 minutos en llegar a Cádiz. Eso es inviable. No entiendo por qué tiene que haber tantas paradas en San Fernando, que ya tiene conexión con tren y autobús con Cádiz. No me parece nada operativo. Prefiero mil veces el bus, que en veinte minutos me deja en la parada del hospital”, aclara otra usuaria a este medio.
Hay quien opina que “igual debería saltar el semáforo en rojo mucho antes de que pase el tranvía. Dejar más margen para evitar estos despistes que puede tener graves consecuencias, como hemos podido ver este sábado”, dice otro testigo.
No es el único que alerta del peligro de la convivencia difícil entre tranvía y coche privado. “Donde yo vivo pasa el tranvía continuamente; y desde mi casa veo a diario como se cruzan coches a puntito de una desgracia. Incluso mucha veces el tranvía ha tenido que pararse por culpa de vehículos parados en sus trayectorias. Demasiado poco pasa. Hace falta más conciencia por la propia supervivencia. No se pueden saltar semáforos; no se puede aparcar en el camino de un tren”, dice otro.
Mientras que desde el Ayuntamiento de Chiclana se guarda silencio y se remite a la Junta de Andalucía, de momento la Consejería de Fomento no se ha pronunciado ante la petición de fortalecer la señalización al paso del tranvía por la localidad. No es el primer accidente que ocurre desde que se puso en marcha pero este ha sido el más aparatoso.
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