PUERTO REAL | Elecciones Municipales 28-M

Divisiones e incertidumbres en La Villa ante la cita electoral de este domingo

  • El escenario político en Puerto Real nada tiene que ver con el de hace cuatro años

  • El PSOE y AxSí defienden la gestión de su fallido pacto ante una izquierda fragmentada y enfrentada

Vicente Fernández (PP), Antonio Gil (Adelante), Elena Amaya (PSOE), Ascensión Ruiz (Podemos), Aurora Salvador (Confluencia) y Alfredo Fernández (AxSí) en el debate de Tele Puerto Real

Vicente Fernández (PP), Antonio Gil (Adelante), Elena Amaya (PSOE), Ascensión Ruiz (Podemos), Aurora Salvador (Confluencia) y Alfredo Fernández (AxSí) en el debate de Tele Puerto Real / C.P. (Puerto Real)

¿Saben esa mañana del 22 de diciembre cuando asistimos al sorteo de la Lotería de Navidad con pocas esperanzas de que pillemos un premio “gordo”, pero con la ilusión de trincar un buen pellizco en la pedrea? Pues esa es, más o menos, la sensación más extendida en la política de Puerto Real.

Pocas veces La Villa se ha enfrentado a unas elecciones con tanta incertidumbre como las que despiertan las del próximo 28 de mayo. Las ocho formaciones que intentan hacerse con la Alcaldía de la Villa (PSOE, Confluencia de Izquierdas, Podemos, AxSí, PP, Adelante Andalucía, Vox y PCPA) saben que no hay un favorito claro y hasta última hora de este viernes estuvieron intentando captar la atención de los electores indecisos. Fiestas de carnaval, reparto de macetas, homenajes, vídeos editados in extremis y hasta una degustación de chicharrones.

Cada uno ha tirado de lo que ha podido para intentar llevarse el gato al agua ante una población que ha demostrado en las últimas citas electorales muy poca fidelidad. Desde que se rompió (de tanto usarlo) el idilio de la Villa con Barroso, nadie ha conseguido aguantar en el sillón de la Casa Consistorial dos legislaturas seguidas. No lo logró Peinado y tampoco Romero. Y eso hace que a Amaya le tiemblen las piernas.

Es una realidad que el voto en Puerto Real siempre ha estado del lado de la izquierda, pero que en las últimas elecciones autonómicas el PP fuese, por primera vez en su historia, la fuerza más votada, hace que la izquierda se replantee también sus cuentas y que los populares salgan al campo con la moral un poco más alta.

Al margen del PP y de Vox, todas las formaciones que se presentan se autodefinen como partidos de izquierdas, y los que dicen estar “a la izquierda del PSOE”, están más divididos que nunca. En la cita electoral de 2019 el partido más votado fue Adelante Puerto Real, una coalición formada por Unidas Podemos, que fue así bautizada siguiendo la estela el “viejo Podemos” en Andalucía, con Teresa Rodríguez a la cabeza. Pero de eso ya no queda nada.

Los electores se van a encontrar una papeleta propia de Podemos, con Ascensión Ruiz como líder; otra de Adelante Andalucía Puerto Real, que lidera Antonio Gil y que tiene su feudo más importante en la barriada Río San Pedro; y una tercera de la llamada Confluencia de Izquierdas, que tiene como candidata a Aurora Salvador y que está formada por la unión de Izquierda Unida, Equo e independientes (muchos exmilitantes de Podemos) como el exalcalde Antonio Romero.

Frente a ellos, el PSOE de Elena Amaya que defiende su gestión de cuatro años marcados por la pandemia, pero en los que dicen haber avanzado con proyectos como el Mercado de Abastos, la Casa de las Columnas y en materia económica; y los que fueron sus socios de AxSí (su candidato es Alfredo Fernández) que no saben si reivindicar la gestión que hicieron en ese extraño pacto o renegar de todo lo que pueda recordar el malogrado matrimonio de conveniencia con los socialistas.

 

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