"Nuestra situación de capital es notablemente robusta, y no necesitamos realizar provisiones más allá de las ordinarias ya presupuestadas para este ejercicio"”. El vicepresidente segundo de Banco Santander, Matías Rodríguez Inciarte, ha rechazado que la entidad precise nuevas dotaciones para cumplir con los nuevos requisitos del Banco de España sobre las refinanciaciones de créditos impagados durante su intervención en el encuentro financiero organizado en Santander por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE). Precisamente, era la misma tribuna donde el ministro de Economía, Luis de Guindos, avanzó 24 horas antes que las entidades necesitarían provisionar 10.000 millones extra en los próximos dos años y reforzar su capital en 2.000 millones de euros.

Matías Rodríguez Inciarte recordó que el sistema financiero español ha sido sometido "un escrutinio mayor que el de cualquiera de Europa", y señaló que se puede "hablar incluso de un exceso de provisiones" en relación con los países del entorno. El vicepresidente segundo del Banco Santander reclamó acelerar la unión bancaria y la creación de un regulador único. Asimismo, apuntó la necesidad de aclarar el mecanismo de resolución de las entidades en problemas. A su juicio debería pasar por la aportación de fondos europeos "sin participación de los tesoros nacionales", con el fin de proteger a los bancos del riesgo soberano.

La entidad recordó que al Banco Santander no le afectará el endurecimiento de la normativa internacional en lo que se refiere a la separación de la banca de inversión y trading de la banca comercial. "A nosotros, como grupo no nos va a afectar, porque son marginales en nuestra actividad y están perfectamente separadas", argumentó Rodríguez Inciarte, que expuso que la diversificación internacional de la entidad ha permitido compensar la caída de los ingresos en España y Portugal. En ese sentido, señaló que la clave para entrar en nuevos mercados radica en "un conocimiento profundo y que sea posible adquirir masa crítica para ser competitivos".

En cuanto al interés del Banco Santander en el nacionalizado CatalunyaBanc, el directivo señaló que la entidad sigue dispuesta a la operación, pero no se atrevió a citar ningún precio, al ser preguntado si valía los 13.000 millones que ha inyectado el FROB y que el Gobierno pretende recuperar. "A nosotros no nos corresponde decidir sobre el momento de sacarlo a subasta. Nuestra obligación es estudiar los elementos encima de la mesa y tomar una decisión", concluyó.