La palabra relajación no aparece en el diccionario

Una vez atado el liderato del grupo IV de Segunda División B -cinco puntos de ventaja sobre el segundo-, ahora toca gestionarlo de la mejor manera posible. Una misión nada sencilla. Claudio Barragán lo tiene tan claro que no duda un ápice a la hora de responder cuando se aborda la cuestión. El preparador cadista tira de su particular diccionario para evitar que el equipo ose levantar el pie del acelerador después del enorme esfuerzo desplegado para desbancar de la cima al resistente UCAM Murcia.

La palabra relajación no aparece por ningún lado ni en el dicionario del técnico ni en el lenguaje del vestuario porque es el peor enemigo que puede encontrar una escuadra en inmersa en plena racha de victorias (siete de siete en 2015). Si hay vocablos que no forman parte del discurso del entrenador, otros brotan con asiduidad en cada párrafo.

En contraposición a una relajación de la que no quiere ni oír hablar, el valenciano emplea palabras que, convertidas en hechos, son las que conducen al éxito. "Intensidad, trabajo y más trabajo", soltaba ayer el técnico en la habitual comparecencia ante la prensa de los viernes a modo de previa del partido de Liga de turno, en este caso contra La Hoya Lorca en tierras murcianas. Y no se olvidaba de la humildad, otro de los elementos claves que encaja como anillo al dedo en la filosofía futbolística que le gusta incular al míster. Y es que a Claudio tampoco le agrada la palabra favorito. "Estamos donde estamos por méritos propios, no hablo de ser favoritos", señalaba en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva de El Rosal. El hecho de vivir en el puesto más deseado no ocupa demasiado tiempo la cabeza del entrenador, que recalcaba que "quiero ser primer al final de la Liga". Lo que cuenta es figurar en lo más alto en la 38ª jornada, y para ello hay que sumar cada fin de semana.

Sí reconocía que el entorno nota que el Cádiz manda en la clasificación. "Se nota la alegría de la gente" apuntaba mientras hacía hincapié en la idea de que "nosotros tenemos que seguir en la misma línea".

El equipo amarillo llega a la 26ª jornada después una "semana dura", como admitía Claudio -tres encuentros disputados en apenas ocho días-. Eso no significa que el plantel no sea consciente de lo que le espera mañana en Lorca. "Sabemos a qué rival nos enfrentamos, que llega de ganar en el campo del Villanovense -escenario de la única derrota de los gaditanos en los once envites con el de Manises en el banquillo-. Recordaba que La Hoya "está en una zona delicada -en puesto de descenso- y seguro tendrá una motivación extra que debe ser igual para nosotros".

"Cualquier equipo te puede complicar la vida en cualquier momento", advertía el míster antes de subrayar una idea ya expresada en otras ocasiones: "Tenemos que dar lo mejor, si no no somos nadie". Esa es una de las claves para que el cuadro murciano no se sienta seguro en su feudo.

"Nosotros no vamos a cambiar nada", aseguraba Claudio sobre el partido en el municipio lorquino, al que otorgaba la misma importancia que otros compromisos. "Son tres puntos igual de importantes que los disputados ante el UCAM Murcia". Tiene claro que el de mañana será un choque de "máxima exigencia" y por ello "tenemos que estar al cien por cien y competir, si nos igualamos en eso tendremos mucho camino avanzado".

Pese a que el Cádiz es líder en solitario, sólo conoce la victoria en 2015 y no recibe un gol en el nuevo año, Claudio no ocultaba una ambición mezclada con exigencia. "Estamos capacitados para mejorar y hay que trabajar para ello", remarcaba con seguridad ¿En qué puede mejorar un equipo con esa trayectoria inmaculada? Explicaba el técnico que "se pueden mejorar aspectos de juego como tener más tranquilidad con el balón, dar sensación de jerarquía, la toma de decisiones, la salida de la pelota...".