La irrupción del año 2020 abre un escenario nuevo para Marcos Mauro. El central es el único futbolista de la plantilla del Cádiz CF que acaba contrato el próximo 30 de junio (hay jugadores cedidos que son propiedad de otros clubes a los que tendrán que regresar como Choco Lozano -Girona-, Iván Alejo -Getafe- y Nano Mesa -Eibar-).

Eso supone, según la normativa vigente, que ya es libre para negociar y comprometerse con el con el club que él quiera para solucionar su futuro una vez que finalice su vínculo con la entidad cadista.

El argentino y el Cádiz CF acumulan meses de negociación que no terminan de cuajar en la renovación del contrato. Marcos Mauro recaló en el equipo gaditano en la temporada 2017/18 procedente del Villarreal B.

Tenía uno de los salarios más bajos del plantel al provenir de Segunda División B pero se adaptó con rapidez a la categoría de plata hasta el extremo de convertirse en uno de los puntales de la defensa. Cuenta además con el aval del entrenador, Álvaro Cervera.

La falta de acuerdo abre una puerta a la marcha del zaguero a final de curso, aunque tampoco está descartada su continuidad en el Cádiz CF si las negociaciones llegan a buen puerto.

El futbolista está a gusto de amarillo y azul y el club está contento con él. Sólo falta que unan sus caminos a través de una firma que se resiste.

El sudamericano, a punto de cumplir 29 años (la próxima semana), se ha perdido los últimos cinco encuentros de Liga y el duelo de la Copa del Rey al hallarse lesionado y no estará el sábado en el terreno de la Ponferradina en la primera cita del año y de la segunda vuelta para el líder.