El entrenador del Cádiz CF, Álvaro Cervera, se deshizo en elogios dirigidos a Augusto Fernández cuando el pasado viernes 26 de febrero fue preguntado por la situación del futbolista, al que agradeció su ayuda pese a que su participación en el campo se ve limitada por los problemas físicos.

El centrocampista del conjunto amarillo no está teniendo suerte con las lesiones, que le están impidiendo jugar durante buena parte de la temporada. La última, una leve dolencia muscular de la que está casi recuperado. Si todo va bien, podrá unirse al trabajo en grupo a partir de la próxima semana y pelear de nuevo por un puesto en el equipo.

Las lesiones le han hecho plantearse muchas cosas al medio, quien se ha sentido arropado por Cervera y ha entendido que su rol traspasa los límites del rectángulo de juego.

Cervera destacó del argentino su importancia en el equipo aunque no juegue. ¿Por qué es tan relevante el papel que desempeña Augusto Fernández?

El sudamericano ejerce una alta influencia en el vestuario. Su liderazgo ha surgido con naturalidad gracias a su enorme personalidad, a su carácter alegre y pausado y a su predisposición para ayudar a todo aquel que lo necesite. Es uno de los pesos pesados.

A punto de cumplir 35 años (el próximo mes de abril), Augusto ha recorrido miles de kilómetros en el universo del balompié y ha acumulado un sinfín de experiencias en tres continentes. Empezó en su Argentina natal (Sudamérica), dio el salto a Europa en en el fútbol francés y español y vivió una aventura en la Liga China (Asia) antes de enrolarse en el Cádiz CF.

Internacional con la selección de su país, subcampeón del mundo (en 2014), militante de un club de la élite como el Atlético de Madrid… Y ahora en el Cádiz CF en la recta final de su carrera.

Augusto recaló en el equipo amarillo en el último tramo de la pasada campaña para ayudar al objetivo del ascenso. Se unió al proyecto cadista no por una cuestión económica sino para seguir sintiéndose futbolista.

Desde que aterrizó pone toda su experiencia al servicio del equipo. Si no puede aportar dentro del campo lo hace fuera con una misión relevante, generador de buen ambiente, transmisor de energía positiva con un carisma que le convierte en un referente dentro del vestuario.

Augusto tiene una capacidad innata para empatizar con sus compañeros. Da consejos en el momento adecuado que son bien recibidos y sabe hacer llegar los mensajes con humildad, sin estridencias. Todo lo que da contribuye al crecimiento colectivo, siempre pendiente de los demás y contador de historias que endulzan las jornadas de trabajo.

Es mucho lo que aporta Augusto y por eso Cervera lo quiere tener en el día a día. Es un jugador 'pegamento' porque es de los que une, muy apreciado en el vestuario.