Cádiz CF

Los hechos que demuestran la escandalosa persecución arbitral contra el Cádiz CF

Lucas Boyé con el balón tras el gol ilegal del Elche ante el Cádiz.

Lucas Boyé con el balón tras el gol ilegal del Elche ante el Cádiz. / Jesús Marín

El Cádiz CF se encuentra con un gigantesco obstáculo en la reanudación de la Liga. El equipo no termina de estar bien, pero además de sus problemas en el juego (algo habitual desde el comienzo de la temporada 2022-23) choca contra un muro arbitral que le impide avanzar en la clasificación. El duelo ante el Elche es el último ejemplo.

Dos realidades paralelas, el juego y los arbitrajes, que suponen un serio lastre. El equipo depende de sí mismo para mejorar pese a sus evidentes limitaciones, pero lo que no está en sus manos es el freno a las injusticias de los supuestos jueces.

El escándalo está servido y no son pocos los cadistas que se cargan de motivos para pensar que la competición está adulterada. El conjunto amarillo podía respirar ahora mismo con tranquilidad a mitad de la tabla pero se ve condenado a seguir malviviendo en la zona de descenso fruto de decisiones arbitrales en contra de difícil encaje.

Entre las interpretaciones de los colegiados que golpean al Cádiz CF y los hechos que en teoría no admiten discusión y también perjudican a los amarillos, el panorama resulta desolador. La permanencia es casi imposible si le quitan puntos por la cara, así sin más.

El encuentro contra el Elche es la gota de colma el vaso de la paciencia. Antes de cada partido, aparece una imagen en televisión con la sala donde están los encargados del VAR con varias pantallas en las que se supone lo van a ver todo para impartir justicia. Tanto despliegue para nada.

¿Con semejantes medios, cómo se puede explicar que no sean capaces de apreciar un fuera de juego para el que basta con tirar las líneas para su comprobación? ¿Si están para eso, por qué no lo ven? ¿Qué estaban haciendo Ignacio Iglesias Villanueva y sus ayudantes delante de tantas pantallas, viendo una película? No hay quien pueda tener una explicación.

No hay explicación posible para un doble error en cadena. Primero, el auxiliar de banda no ve la posición irregular de Ezequiel Ponce, el jugador del Elche que en esa misma acción acabó marcando el gol del empate. Segundo, el VAR no detecta el fuera de juego cuando tiene varias imágenes y dispone de tiempo para el análisis. A ver cómo lo explica Medina Cantalejo, si es que lo explica, el jefe de los árbitros que presume de un alto porcentaje de aciertos. Los errores, para el Cádiz CF

Las imagen del fuera de juego no tarda en extenderse por las redes sociales. Todo el mundo ve lo que no han visto los que lo tienen que ver. De locos, el VAR se ríe del Cádiz CF, que es asaltado en su propio hogar delante de más de 17.000 aficionados que asisten en directo a una estafa para la que no hay solución. Un punto en lugar de tres que hubiesen aupado a los amarillos al 14ª y no al 18ª (en descenso) que ocupa por la mala praxis de los colegiados.

Casualidades de la vida, de nuevo en escena Carlos del Cerro Grande. El árbitro ante el Elche fue el que tumbó al Cádiz CF en Mallorca la pasada campaña con dos penaltis de risa. El papel del VAR aquel día fue lamentable.

Si ya es grave la concesión de un gol ilegal al Elche que impide el triunfo de los gaditanos, peor es constatar que no se trata de un hecho puntual.

Dos semanas antes, en el envite ante el Almería en el regreso del campeonato, el VAR sí entra a degüello para que Juan Martínez Munuera anule un gol a Brian Ocampo por una falta anterior de Fali que el árbitro, que estaba al lado de la jugada, ya había juzgado. La interpretación, siempre subjetiva, va en contra del Cádiz CF, que con ese tanto hubiese vencido al cuadro rojiblanco en lugar del empate final (1-1).

El presidente del club, Manuel Vizcaíno, se quejó días después de manera pública con palabras dirigidas al presidente de la Federación Española, Luis Rubiales. Pero todo sigue igual. O peor.

En el primer compromiso del año, los amarillos doblegan (0-1) al Valencia en Mestalla pese a las decisiones de González Fuertes, que no pita un penalti a favor por un pisotón a Lozano dentro del área y el VAR tampoco quiere saber nada. El colegiado que había expulsado a Negredo en San Mamés por la supuesta simulación de un penalti no se atreve a echar a Cavani por lo mismo. El delantero del conjunto che, que ya arrastra una amonestación, se tira dentro del área y el árbitro tan valiente con Negredo se acobarda con el uruguayo.

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