Cádiz CF

El Cádiz CF, horrible, paga cara su racanería y no sale del descenso (1-1)

  • El conjunto amarillo ofrece una pésima imagen ante un Elche superior durante 60 minutos que empata con un gol en fuera de juego

Álex Fernández protege el balón ante Mascarell.

Álex Fernández protege el balón ante Mascarell. / Jesús Marín

El Cádiz CF es incapaz de salir de la zona de descenso. La pregunta es cuándo lo conseguirá si no lo hizo cuando lo tenía todo a su favor. Lo tuvo en su mano, pero estropeó un brillante arranque con una pésima continuación ante el colista Elche.

El que pareció colista fue el Cádiz CF, que sólo tuvo fuelle para la media hora inicial. Sólo pudo empatar (1-1) ante un rival que fue más valiente y hasta mereció más que un cuadro amarillo rácano, conformista, que creyó que había ganado cuando se vio pronto por delante y se llevó un chasco ante el desencanto de una afición que, después de apoyar, mostró su enfado.

La consecuencia del pobre empate es que el Cádiz CF no se mueve de donde estaba en la 16ª jornada, en la 18ª plaza que abre el descenso. Se atasca en su feudo con escasas prestaciones. Se diluye como el azucarillo y deja que el contrincante se crezca. Así será difícil salir del pozo.

Sergio González mantuvo su confianza en el bloque que con tanto éxito comenzó en Mestalla. No había motivos para hacer variaciones y de nuevo arrancó con un trivote y Álex Fernández flotando entre la media y tres cuartos.

Los de casa salieron con ganas de dominar. Circularon el balón con criterio y amenazaron desde la banda izquierda con un inspirado Brian Ocampo, que no tardó en abrir la lata con uno de esos golazos para repetir en bucle.

El visitante Carmona había avisado en el minuto 4 con un centro chut que obligó a Jeremías Conan Ledesma a desviar el balón a saque de esquina, aunque el primero en dar en la diana fue el extremo cadista en el 6.

El 1-0 fue una obra de arte que Ocampo se cocinó él solo con una provechosa mezcla de calidad y potencia. Sacó de esquina, recogió el esférico tras un rechace de la defensa, se deshizo de un contrario y soltó un derechazo desde justo antes de la esquina superior izquierda del área que hizo inútil la estirada de Edgar Badía. El arquero llegó a tocar el balón pero no pudo impedir que se colase como una exhalación en su portería.

Fue un gol calcado al que hizo contra el Almería el pasado 30 de diciembre que fue anulado de manera errónea por el colegiado. Esta vez sí subió al marcador para deleite de la afición.

El madrugador tanto asentó a los locales, crecidos con la ventaja y en permanente contacto con el cuero, sin dar opción a un tímido oponente.

Lo mejor que le podía suceder a los amarillos era que el balón pasara por los distribuidores Rubén Alcaraz y Álex Fernández. En el 20, un preciso servicio del capitán dejó a Choco Lozano con el cuero en una posición ideal dentro del área, pero el delantero definió mal con el exterior de su bota derecha.

El dominio de los locales llegó a ser aplastante en busca de un segundo gol para tomar una distancia casi definitiva. En el 29, una volea lejanísima de Iza Carcelén estrelló el balón contra el poste. El 2-0 estuvo muy cerca en medio del asedio, pero no todas las noticias fueron buenas.

Justo después de la media hora, Fali se tuvo que retirar por una lesión muscular en una pierna. En esa transición entre su marcha y la reaparición de Momo Mbaye, cuando los amarillos estaban con diez, el Elche dispuso de tres ocasiones clarísimas en una sola jugada. Ledesma rechazó el misil de Gumbau, Pere Milla, disparó al poste y Lucas Boyé remató alto.

El triple susto fue la demostración de que todo podía de un giro en cualquier momento. De hecho, los franjiverdes se vinieron arriba mientras saltaron las alarmas por la torcedura del izquierdo de Pacha Espino, que se retorció de dolor aunque pudo continuar.

El decorado cambió en el último cuarto de hora de la primera parte. El colista fue a más, aunque en el 43 Álex casi marcó con una volea dentro del área respondida con un paradón del cancerbero ilicitano.

El Cádiz CF se fue al descanso con una renta mínima después de haber ido de más a menos. Estaba obligado a dar un paso más en la reanudación ante el creciente empuje de un rival que estaba apretando.

Los visitantes, necesitados salieron con decisión en ataque en a segunda mitad, con los de casa metidos atrás sin saber a qué atenerse. Una gran intervención de Ledesma en el 51 en un mano a mano con Fidel, en una acción invalidada por fuera de juego, supuso un claro aviso de lo que podía suceder si los amarillos no espabilaban. Poco después, Carmona no culminó por poco un saque de esquina.

Los gaditanos dejaron dejaron de tener claridad con la pelota. Los franjiverdes se hicieron dueños de la situación y el empate empezó a ser una opción con visos de realidad.

El Cádiz CF se olvidó de mirar la portería contraria. Se olvidó de jugar. Craso error. Dejó de entrar en contacto con el balón, que le duraba muy poco en su poder. No hizo otra cosa que defenderse con ciertas lagunas. En el 60, Lucas Boyé rozó la igualada con un libre directo que llevó el cuero al lateral de la red.

Los anfitriones habían desaparecido del mapa. Sólo querían que corriese el tiempo sin que nada sucediese, como si el partido no fuese con ellos. El primer recurso de Sergio González en el banquillo fue Iván Alejo mientras un zurdazo de Gumbau se escapó por poco en la enésima llegada de los visitantes.

La sensaciones no podía ser peores. El equipo se había caído como en el duelo contra el Almería y el colista era muy superior. El que parecía el último era un Cádiz CF que deambulaba sin rumbo, abonado al sufrimiento, encerrado en su parcela, incapaz de hilvanar una jugada, con enormes dificultades para armar un contragolpe.

En el 68, Ledesma abortó un cabezazo de Enzo Roco que había pillado portería. Replicó Sobrino con un disparo lejano no se perdió fue demasiado lejos de la portería.

La falta de frescura llevó al técnico cadista a introducir tres relevos a la vez para afrontar la recta definitiva: Youba Diarra (su estreno en casa), Arzamendia y Negredo.

De nada sirvieron los cambios. Con los amarillos hundidos de manera inexplicable, llegó el gol del empate en el minuto 81 con un imponente cabezazo de Ezequiel Ponce desde el corazón del área. El ariete remató con comodidad, libre de marca, y puso el 1-1 de forma merecida. Queda la duda de si hubo fuera de juego al inicio de la jugada, que pasó la revisión del VAR aunque la incógnita quedó despejada cuando el árbitro se disculpó con el entrenador cadista por el error. Dos puntos birlados al Cádiz CF con De Cerro Grande de por medio.

Los locales despertaron cuando ya era tarde. Se habían dejado llevar y lo pagaron caro. Enredado en un laberinto de desorden, buscaron el área en ataque y Negredo, ya en la prolongación no acertó por milímetros con un remate que se escapó cerca de un poste.

El veterano ariete sirvió después con un taconazo para que Sobrino empujase el balón a placer a puerta vacía, pero falló lo más fácil

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