El destino parecía empeñado en no permitir que el Cádiz CF abandonase por fin la zona de descenso. Lo tenía e su mano el equipo amarillo, pero todo se dio mal en el partido contra el Elche. Debía ganar para saltar hasta la 14ª posición, pero el empate le deja en la 18ª plaza.

El Cádiz CF empezó muy bien pero se fue desinflando hasta volverse pequeño frente a un colista que fue superior. Además de jugar rematadamente mal después de la primera media hora, y en especial en la segunda parte, la fortuna le resultó esquiva con el arbitraje.

El Cádiz CF ofreció una pésima actuación y además se vio perjudicado por una decisión a la postre decisiva. El VAR no detectó el fuera de juego de Ezequiel Ponce en el inicio de la jugada que él mismo culminó después con un cabezazo para hacer el gol del empate en el minuto 81.

Otra vez el Cádiz CF gravemente perjudicado con Carlos del Cerro Grande como árbitro, el que le pitó dos penaltis inexistentes en Mallorca la pasada temporada. Cosas de la vida.

En esta ocasión la responsabilidad recae en el responsable del VAR, Iglesias Villanueva, que cometió una negligencia en la revisión del tanto del Elche al no advertir de la existencia de fuera de juego que hubiese supuesto la anulación.

Ese error impidió a la postre que el Cádiz CF abandonase la zona de descenso. Un error de bulto que cuesta caro. La pregunta es que para qué sirve el VAR. La pregunta es quién la va a devolver al Cádiz CF los dos puntos que le quitaron en su propia casa. Preguntas sin respuesta.