El encuentro entre el Cádiz CF y el Granada disputado el pasado lunes 13 de diciembre fue la viva demostración de que el entrenador, Álvaro Cervera, trata de buscar la fórmula adecuada para propiciar la reacción del equipo. No salió del todo redondo porque la victoria se escapó por un pelo, aunque los amarillos compitieron de principio a fin.

La alineación que desplegó el preparador del Cádiz CF en un partido que él mismo había calificado de "importantísimo" deparó alguna sorpresa por el giro que supuso en relación a envites anteriores.

Dos jugadores de los considerados fijos desde el comienzo de la temporada 2021/22 dejaron de serlo. Varazdat Haroyan y Rubén Sobrino, titulares de manera habitual, ocuparon plaza en el banquillo por decisión técnica. El armenio era el central que más tiempo había jugado y Sobrino el delantero con más minutos sobre el césped.

Pero hubo más. Iván Alejo disfrutó de su primera titularidad liguera en el presente curso después de haber pasado una larga etapa en el ostracismo tras su salida frustrada en el mercado de verano. El extremo trabajó con disciplina y demostró que puede ser útil si cuenta con él.

El entrenador apostó también por Santiago Arzamendia, que aprovechó la oportunidad en la banda izquierda (la tercera vez que estuvo en el once inicial), por delante de Pacha Espino, y además marcó su primer gol como cadista.

Fali regresó a la alineación y además lo hizo en el centro de la defensa. Cuando fue sustituido en el descanso, no tomó el relevó ni Haroyan ni tampoco Víctor Chust, la pareja de centrales en el choque frente al Elche. El que saltó el césped fue Marcos Mauro, que jugó tres meses después de su única participación que había tenido en el partido ante la Real Sociedad de la cuarta jornada de Liga.