Cádiz CF

Nuevo golpe de frustración del Cádiz CF (1-1)

  • El equipo amarillo ve escapar la victoria en el minuto 88 y sigue complicándose la vida

Jonsson intenta robar el balón a Luis Milla.

Jonsson intenta robar el balón a Luis Milla. / Lourdes de Vicente

El Cádiz CF sigue peleado con la victoria en casa. El último partido de 2021 delante de su gente lo tiró por la borda en los últimos minutos, cuando el Granada marcó el tanto del empate (1-1) que supuso un golpe de frustración, uno más, para un equipo amarillo que no termina de levantar cabeza.

El Cádiz CF necesitaba ganar y una vez más no lo logró. Puso toda la carne en el asador, peleó hasta la extenuación pero no le llega con lo que tiene y pierde otra oportunidad frente a un rival en la lucha por la permanencia.

Los amarillo acaban la 17ª jornada donde estaban antes de empezarla, en la 18ª posición con 13 puntos, a uno de la salvación. Sigue con vida pero cada vez con más complicaciones. No supo matar el partido ante el Granada, se le fue la mínima ventaja cuando tocaba el triunfo con sus manos.

Álvaro Cervera había recalcado la importancia del partido y con el once que sacó demostró ser más fiel que nunca a su estilo de juego. En apariencia apostó por protegerse al máximo con un trivote en la media, la vuelta de Fali al eje de la defensa, la ubicación de Arzamendia por delante de Espino y la primera titularidad de la temporada de Iván Alejo.

Pero a la hora de la verdad los locales salieron con botón del ataque encendido y un par de aproximaciones peligrosas mediante saques de esquina en los cinco minutos iniciales.

Salieron muy enchufados, sabedores de la relevancia de un partido que podía suponer un impulso o un nuevo retroceso. Los de casa activaron el modo acordeón, con orden su parcela a la hora de defender porque la prioridad era echar el candado a la portería.

La primera ocasión clara no tardó en llegar, aunque en fuera de juego. En el minuto 10, Lozano recibió un pase largo, se escapó por velocidad de su par y se plantó delante de Maximiano, que repelió el balón tras el disparo del ariete.

La respuesta de los visitantes fue casi inmediata. En el 14, una pérdida de Tomás Alarcón en la media, un lugar poco apropiado propició un contragolpe desbaratado por Ledesma tras el zurdazo cercano de Luis Suárez.

Fueron los primeros instantes de apuros de un Cádiz CF que hasta entonces había estado impecable en la destrucción. Como es habitual en los últimos tiempos, las opciones de los amarillos pasaron por Lozano, que que en el 19 lo intentó con un tiro lejano que no puso en dificultades.

Con el paso del tiempo quedó meridianamente claro que los locales lo fiaron todo a la defensa, el robo y la salida con velocidad, sin renunciar a la presión alta en determinados momentos. Una de esas acciones arriba, en el 21, propició un latigazo del madrileño desde la frontal y el cuero, tras rebotar en un contrario, se perdió muy cerca de un poste. Tras el posterior saque de esquina, Maximiano evitó que el zurdazo de Espino se convirtiese en el primer gol.

El Cádiz CF ejecutó su modelo de juego con eficacia, con una telaraña en el centro del campo que le dio resultado en la primera parte. Sólo le faltaba abrir la lata. A la media hora, un centro de Jonsson al corazón del área lo cazó Lozano con una volea con que la mandó el esférico al cielo.

Hasta que por fin llegó el esperado tanto con una dosis de fortuna. En el 32, Arzamendia soltó un zapatazo lejano, el balón lo rozó Torrente con la cabeza y se coló cerca de un ángulo para inaugurar el marcador. 1-0, euforia en la grada y protestas de los rojiblancos, que reclamaron una falta de Fali justo antes del disparo de su compañero.

El paraguayo, que estaba haciendo un buen trabajo, encontró como premio su primer gol como cadista. Con el tanto aparecieron también los nervios con algunos rifirrafes con Lozano como protagonista, a quien, ya amonestado, buscaron los nazarís para intentar provocar su expulsión.

El Cádiz CF se fue al descanso con una mínima renta que era todo un tesoro en un choque de alta tensión y de cierto equilibrio. Desde que ganó en San Mamés hace más de un mes no iba por delante.

Marcos Mauro y Salvi (por Fali y Arzamendia) fueron las novedades en la reanudación. Por el Granada, un jugador creativo como Montoro.

No cambió el dibujo, con el sanluqueño en la derecha e Iván Alejo por la izquierda. El guión no tardó en quedar establecido. El cuadro nazarí, obligado por las circunstancias, llevó la iniciativa con el cuero y los de casa se afanaron en destruir y buscar pases largos y al hueco con Lozano como destinatario.

El Cádiz CF no tuvo reparos en meterse en su parcela y casi todas sus cartas fueron defensivas. Un riesgo que asumió con naturalidad, como en los cinco años anteriores. Jugó a que pasara el tiempo y que no sucediese nada.

Y bien que lo consiguió durante buena parte de la segunda mitad, hasta que Luis Suárez remató fuera en boca de gol estorbado por dos defensas en el minuto 65. Un susto mayúsculo que fue el anuncio de la incertidumbre que iba a extenderse hasta el pitido el final.

Los anfitriones se defendieron con orden, pero sin hacer daño en ataque y por tanto abonados al sufrimiento. Las arrancadas de Lozano fueron la esperanza de un segundo gol que Cala tuvo cerca en el 71 con cabezazo desviado tras un saque de esquina. Poco después, en el 74 Ledesma sostuvo a los suyos con una buena parada tras un remate de Bacca.

El partido no terminaba de definirse del todo. Con el Granada volcado en busca del empate, los locales tuvieron espacios kilométricos y armaron contragolpes sin culminación. No remataron la faena y padecieron hasta el final los arreones de los visitantes, que empataron en el minuto 88.

Fue Jorge Molina, curtido en mil batallas, quien aprovechó un barullo dentro del área para rematar, el balón toco en un defensa y entró raso en la portería pegado a un poste. 1-1.

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