El Cádiz CF ya ha enviado a la FIFA la solicitud formal de la suspensión cautelar de la sanción que le impuso al máximo organismo del fútbol mundial consistente en dos ventanas sin poder inscribir jugadores al considerar que el equipo fichó a Momo Mbaye en verano de 2019 pese a que el futbolista que ahora milita en el filial cadista tenía contrato con el Watford.

El club inglés denunció al Cádiz CF ante la FIFA, que castigó a la entidad con sede en el estadio Carranza aunque la historia no ha hecho nada más que empezar.

Una vez el Cádiz CF tiene en su poder los argumentos jurídicos esgrimidos por el órgano planetario del balompié para tomar la vía de la sanción, el siguiente paso es la petición de los amarillos de la paralización del proceso mientras se resuelve en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Es el camino que tomará el club para defender su inocencia. Primero, suspensión cautelar. Segundo, arbitraje para dirimir el asunto.

La entidad cadista está a la espera del pronunciamiento de la FIFA a la propuesta de la medida cautelar mientras apura el plazo para elevar el recurso ante el TAS para tratar de que la sanción sea anulada. Lo normal es que reciba una respuesta positiva y por tanto pueda acometer fichajes de jugadores en el mercado de mercado. Salvo un revés inesperado podrá confeccionar la plantilla de la temporada 2020/21 aunque la incógnita radica en el mercado de invierno de esa misma campaña.

Kepa Larumbe, abogado especialista en esta cuestiones, perteneciente al despacho BDO, defenderá los intereses del Cádiz CF en el TAS.

En el Cádiz CF sostienen desde el principio que cuando fichó a Momo Mbaye, el jugador no pertenecía a ningún equipo. De hecho, en el club aseguran que comprobaron esa situación en el sistema de la FIFA y además el futbolista ni siquiera estaba con el Watford cuando firmó por los gaditanos en agosto de 2019.

El propio Momo aseguró en una rueda de prensa que no tenía nada con el Watford y llegó libre al Cádiz CF.