Cádiz CF

Armando, una leyenda que recuerda su paso por el Cádiz CF

  • El ex portero asegura que "fui muy feliz" durante su larga etapa en el equipo amarillo

Armando, durante su etapa como portero del Cádiz.

Armando, durante su etapa como portero del Cádiz. / Joaquín Pino

Armando Ribeiro es una leyenda cadista. Considerado por los aficionados como el mejor portero de la historia del club, como reflejó una encuesta realizada por la Asociación de Veteranos del Cádiz CF, dejó huella a su paso por el equipo amarillo. El buen recuerdo es mutuo porque él nunca olvida aquella etapa importante de su vida.

El cancerbero recaló en el Cádiz CF en la temporada 1998/99 y defendió el escudo diez temporadas. De hecho, es el guardameta con más partidos en la historia del club (273) y el noveno en general, sólo por detrás de auténticas referencias como Raúl López (402), Barla (343), Linares (333), Pepe Mejías (314), Juan José (281), Carmelo (280), Manolito (276) y Mané (275). Es el único no nacido en la provincia gaditana que figura en el top ten.

Fue con los amarillos cuando debutó en Primera División y en la categoría de plata obtuvo el Trofeo Zamora en la campaña 2004/05, la del último ascenso a la élite. Jugó en tres divisiones con el Cádiz CF.

El club colgó en sus redes sociales unas declaraciones realizadas por Armando desde su Sopelana (Vizcaya) natal en las que rememora su recorrido en el conjunto amarillo.

"Mi primer recuerdo lo tengo del puente Carranza con el coche lleno de maletas, con muchos nervios e incertidumbre, pero con una ilusión tremenda", expone el ex portero, que llegó al club del Carranza con 27 años, cuando el equipo sufría enredado en las turbulencias de Segunda B.

"Ir al Cádiz fue de las decisiones más bonitas e importantes que tomé en mi carrera deportiva porque fui muy feliz", asegura Armando cuando reflexiona sobre su pasado como integrante del club.

Durante una década con el escudo del Cádiz CF en su pecho, vivió las miserias y la alegrías del fútbol que permanecen en su memoria toda la vida. "De los momentos que me marcaron, el primero fue el encierro, estuvimos entre seis y ochos meses sin cobrar, dormíamos en el suelo, los restaurantes nos traían la comida al estadio, hubo una comunión tremenda entre empleados, jugadores y afición".

En aquella situación límite "se crearon las bases de lo que pasó después, que fueron los dos ascensos, tanto en Las Palmas como en Jerez", saca a relucir el ex arquero, orgulloso de haber participado en aquellas dos hazañas.

"Los jugadores de aquella época pusimos nuestro granito de arena para que tengamos esta cuidad deportiva tan bonita y ese campo de fútbol tan impresionante", sostiene Armando, que utiliza el "tengamos" como una manera de expresarse como un cadista más.

El vasco reconoce lo mucho que le aportó el Cádiz CF: "madurez, estabilidad, disfrutar de jugar en Primera División, y gracias a mi trayectoria en el Cádiz pude venir al Athletic de Bilbao". El conjunto amarillo fue el trampolín que le llevó a defender la portería del equipo de su tierra, un sueño cumplido en la recta final de su carrera.

En el club de San Mamés y Lezama echó raíces y allí trabaja desde que colgó los guantes. "Ahora me dedico a la formación de porteros en el Athletic, donde llevo once temporadas trabajando con los chavales. Los coges muy jóvenes, trabajo en todas las categorías: cadetes, juveniles, Tercera hasta Segunda B. Son sensaciones súper chulas porque trabajas con gente joven y luego ves que juegan en Primera División. Es muy satisfactorio".

Sobre la epidemia del coronavirus, Armando lanza un mensaje: "son momentos duros tenemos que quedarnos en casa. Estamos muy aburridos, me he rapado el pelo. Hay que ser conscientes de que hay que quedarse casa para poder recuperar nuestra rutina y poder abrazar a nuestros familias, poder trabajar y recuperar nuestras vidas. Seguro que llegará lo más pronto posible. Un beso a toda la afición del Cádiz”.

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