La trayectoria del Cádiz CF va de más a menos a lo largo de la temporada. Normal después del explosivo esprint de salida. Pero una cosa es bajar y otra caer en picado. La cuestión es si el conjunto amarillo será capaz de resistir no ya en el liderato, sino en las plazas de ascenso directo. Lo tiene bastante complicado si no cambia la dinámica de irregularidad en la que se adentra en las últimas fechas.

La Liga cumplió su segundo tercio el pasado fin de semana con el Cádiz CF ubicado en lo alto de la clasificación pese a la dura derrota en casa frente al Málaga que dejó un poso de preocupación tras la pobre imagen que ofreció sobre el tapete, como si no se jugase nada. Lo grave en este caso no es el qué sino el cómo de un equipo sin alma, a verlas venir sin saber a qué atenerse.

¿Una mala tarde o algo más? El Cádiz CF sigue teniendo crédito pese al varapalo inesperado, sobre todo en las formas y pese a las señales poco convincentes que da en las últimas semanas, como atenazado cuando ve la opción de dar un golpe a la Liga.

¿Falta de valentía o no hay más cerca de la que arde? ¿O un simple bache del que está tiempo de salir cuando llegue la hora de apretar en la recta definitiva hasta la meta? Las dudas bullen aunque de momento desde la cima. Ese ese lado bueno de todo esto. Pese a todo, nadie por encima en la clasificación. El líder sentado en el diván porque corres el riesgo de sufrir un colapso mental y futbolístico del que ya ofrece indicios.

Nervios, precipitación, cambios en el descanso para hacer movimientos que no solucionan la papeleta... El Cádiz CF se descontrola por momentos. Es el único que se lo puede permitir desde la atalaya de la clasificación.

El liderato es fruto de la inercia de aquel fantástico arranque, pero no oculta la actual tendencia a la baja de un equipo que empieza a ofrecer síntomas inquietantes, parecidos a los que propiciaron las sucesivas parálisis en campañas anteriores. La labor del club está encaminada a que no se vuelva a repetir la historia, pero los destinos del balón son insondables y la solidez se tambalea.

La diferencia entre el primer y el segundo tercio de la Liga 2019/20 es abismal. El Cádiz CF dominó con mano de hierro al comienzo de la temporada y llegó a la 14ª jornada sentado en el trono con una marcha imparable de 34 puntos de 42 posibles (casi un 81 por ciento), diez más que el segundo y el tercer puesto, propiedad entonces del Almería y el Fuenlabrada.

Era casi imposible que el conjunto de Álvaro Cervera mantuviese ese ritmo de producción que tarde o temprano iba a decrecer. El problema es que ahora ralentiza tanto sus pasos que completa un segundo tercio de manera discreta, inmerso en una curva descendente.

Una clasificación imaginaria de ese segundo tercio del campeonato demuestra la desaceleración del Cádiz CF, que ocupa la undécima posición de ese tramo más reciente. De hecho, sumó casi la mitad de puntos que en el primer tercio. Se queda en 18 de 42, casi un 43 por ciento. De los conjuntos metidos en la batalla por el ascenso, es el que menos avanza.

Mientras los amarillos se agarran al bastón de mando aunque cotizan a la baja, otras escuadras emergen y presentan su candidatura a la gloria. El Real Zaragoza es el equipo más en forma, líder del segundo tercio con 25 puntos (y un partido menos) y claro aspirante a arrebatar la plaza de máximo privilegio al Cádiz a corto plazo.

Los maños podrían auparse a la cima si vencen el miércoles al Mirandés en Anduva y el próximo fin de semana se imponen en La Romareda al Deportivo de La Coruña y los de Cervera pierden en El Molinón frente al Sporting de Gijón.

El cuadro gallego es el segundo mejor del tercio recién finalizado con 24 puntos. En total suma 34, muy lejos de los gaditanos pero a sólo seis del sexto escalón (fase de ascenso).

El Huesca, uno de los favoritos, da un paso al frente con 23 puntos en el segundo tercio liguero y se convierte en una de las principales amenazas de los amarillos. La diferencia real entre ambos es de sólo seis puntos. El Almería, ahora en retroceso, culmina el segundo tercio con 22 puntos, los mismos que el Mirandés y el Girona. El Elche, con 21, 20 el Málaga y 19 el Tenerife antes de llegar al Cádiz.

El conjunto gaditano se presenta al último tercio como primer clasificado pese a las malas sensaciones. La clave radica en rehacerse y realizar un buen esprint final, lo que nunca hizo desde su retorno a la categoría de plata. Está a tiempo de cambiar la historia siempre que mejore su cosecha de puntos. A priori no serán necesarios los 34 del primer tercio pero con los 18 del segundo se quedaría corto para poder subir a Primera por la vía rápida. Cuantos más, mejor, y si sufre un atasco en casa, tendrá que jugarse la vida a domicilio.

El recorrido del Cádiz CF en la siete jornadas de la segunda vuelta es similar al del segundo tercio, que comprende además las siete últimas de la primera etapa del curso. Los amarillos ocupan la 12ª plaza entre la 22ª y la 28ª jornada con sólo nueve puntos de los 21 dirimidos, por debajo del 50 por ciento (un 43). Mientras, sus rivales directos empiezan a espabilar salvo el Almería, enredado en su labetinto. Los amarillos deben despertar ante de que los favoritos tomen las riendas de la Liga.