Cádiz CF

El eterno dolor de cabeza

  • El discreto estreno de Espino alimenta el debate sobre el puesto de lateral izquierdo, que no termina de tener un inquilino más o menos fijo

Espino, en plena acción durante el encuentro contra el Lugo.

Espino, en plena acción durante el encuentro contra el Lugo. / Julio González

Con el estreno oficial de Pacha Espino en el encuentro contra el Lugo, ya son tres los laterales izquierdos que han jugado esta temporada en el Cádiz CF. Pocas veces un puesto específico experimenta tantos vaivenes en una sola campaña como es el caso de ese costado de la zaga. Los movimientos no obedecen a lesiones ni sanciones, sino a decisiones de carácter técnico. Mientras en el lateral derecho hay un titular fijo, Rober Correa, el lado zurdo no tiene dueño y a falta de una docena de capítulos para el epílogo del campeonato emerge la incógnita de quién tendrá la confianza del cuerpo técnico.

El aterrizaje del carrilero uruguayo, lejos de resolver el problema, aviva aún más el debate sobre esa posición que tantos dolores de cabeza causa al entrenador. El gris debut del defensa que se incorporó en el mercado de invierno abre la incógnita de quién será el inquilino de la esquina izquierda de la retaguardia en el próximo choque contra el Córdoba (domingo a las seis de la tarde en el estadio Carranza).

¿Mantendrá Álvaro Cervera a Espino pese que el propio míster reconoció que al futbolista le costó entrar en materia en su primer partido como futbolista del Cádiz? ¿Devolverá la titularidad a José Joaquín Matos, el último ocupante del puesto antes de la entrada del sudamericano? ¿Rescatará del olvido a Brian, condenado de manera súbita a la hoguera de la irrelevancia después de haber jugado más de la mitad de los partidos con un rendimiento óptimo?

Espino demostró que aún le queda recorrido para poder asentarse en el puesto. Los rivales ganaron la espalda en varias ocasiones con una facilidad pasmosa, le faltó entendimiento con sus compañeros, transmitió sensaciones de inseguridad y apenas aportó en las subidas al ataque. A día de hoy, en pleno mes de marzo, no se puede decir que el equipo haya crecido con su fichaje ni tampoco que se haya ganado el puesto a tenor de lo visto a lo largo de 90 minutos.

La cuestión del lateral izquierdo trae cola desde un último verano no exento de tensión, cuando Cervera instó públicamente a Brian a que se marchase del equipo. El técnico fue muy directo en su invitación. No contaba con él, la falta de sintonía entre ambos era absoluta, pero el catalán optó por quedarse aunque desempeñó un papel secundario porque el entrenador se inclinó por Matos en los primeros compromisos.

La apuesta del responsable del vestuario era Matos pero la negativa trayectoria del equipo, ubicado en la zona de descenso, llevó al técnico a buscar soluciones urgentes y una de ellas fue enviar al sevillano a la grada y dar la oportunidad al jugador al que había pedido sin rodeos que cambiase de club. Brian entró en el equipo en la décima jornada, en el duelo ante el Sporting de Gijón, y encadenó 15 encuentros consecutivos en el once inicial, incluidos los de la remontada en la clasificación con aquellas siete victorias seguidas que impulsaron al Cádiz hasta la parte alta, inmerso desde entonces en la batalla por la fase de ascenso.

Parecía que con Brian había dado estabilidad al lateral izquierdo hasta que llegó el mercado de invierno y el club fichó a Espino con la idea de vender al barcelonés, que entonces era titular, o en su caso a Matos, suplente. La entidad contrató sin haber resuelto el embrollo, al final no salió ninguno y en lugar de dos hay tres carrileros zurdos para lo que resta de campaña. Una situación nada habitual.

Justo después del cierre del mercado de enero, Brian pasó de ser titular durante tres meses y medio a no ser convocado. De nuevo a la sombra. Cervera realizó la variación tras una derrota, en este caso frente al Real Oviedo, como había hecho antes cuando quitó al utrerano, al que había sacado del equipo después del doloroso varapalo sufrido en el campo del Extremadura.

Desde el tropezón en el Carlos Tartiere, Brian vive su segundo periodo de ostracismo en lo que va de curso. El beneficiado en primera instancia fue Matos, de nuevo con protagonismo en el equipo para jugar los siguientes cinco partidos. El Cádiz dio un paso al frente con un póquer concatenado de triunfos hasta que la derrota en el terreno del Elche condujo al preparador cadista a la decisión de dar la alternativa a Espino en detrimento de Matos, que de una semana a otra pasó del césped a no vestirse de corto.

Cervera y sus ayudantes deciden en función de lo que consideran mejor para el equipo. Es inevitable que surja el interrogante, después del discreto debut del tercer lateral izquierdo, de si Espino mejora a Brian y a Matos. El catalán y andaluz se reparten el grueso de partidos: 15 el primero (1.270 minutos) y 14 el segundo (1.220 minutos) y conocen a la perfección el fútbol español. Espino aún se halla en fase de adaptación.

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