Hola Huguet, adiós Moyano
El nuevo mandamás del club anuncia la marcha del vicepresidente ejecutivo y asegura que el Consejo tiene poder para tomar decisiones sin tener que consultar con el accionista mayoritario
Voluntarios con alma cadista, con plenos poderes ejecutivos y si percibir un solo euro. Así se presentó ayer el nuevo Consejo de administración del Cádiz, con Enrique Huguet a la cabeza, en su primera puesta de largo oficial ante los medios de comunicación. Fue la escenificación de la nueva etapa que se abre en el club, en la que no estará Javier Moyano.
El Consejo, compuesto en sus dos tercios por integrantes del anterior que condujo al equipo a Segunda B hace apenas tres meses, está formado por nueve "voluntarios que somos abonados", como recalcó el presidente y consejero delegado, Enrique Huguet, visiblemente nervioso en su primer cara a cara con la medios deportivos de la ciudad. El poder ejecutivo que adquieren el presidente y los consejeros dejan sin funciones al hasta ahora vicepresidente ejecutivo y portavoz, Javier Moyano, que ha puesto su cargo a disposición del club y continuará como colaborador hasta resolver y traspasar los asuntos que estaba gestionando en la actualidad. Después abandonará la entidad.
La marcha de Moyano, anunciada por Huguet, fue la sorpresa en la presentación oficial del presidente, que admitió que el nuevo Consejo no contaba con el hasta ahora vicepresidente. "Una vez que tenemos poderes ejecutivos entendemos que se producía una bicefalia que no es razonable; seguirá en el Cádiz como colaborador hasta que termine con la gestiones que tenía entre manos".
Una de ellas es la solución de los casos de Cifuentes y Álvaro Silva, que mantienen diferencias con el club por su situación contractual. Huguet dijo desconocer en qué punto se encuentra el conflicto y fue el consejero Martín José García Marichal quien explicó que se trata de "diferencias contractuales, pero son de la plantilla, entrenan y juegan. Hay que intentar buscar un acuerdo".
Después de reconocer que Moyano no entraba en los planes del club, el presidente se mostró caballeroso y elogió su trabajo: "Ha hecho una gran gestión, ha llevado muchos temas y en un tiempo razonable quedará desligado del Cádiz. Su gesto de poner su cargo a disposición le honra porque ha entendido que puede haber duplicidad de competencias". Sí confirmó la continuidad de Santiago Pozas como responsable de la gerencia, que será el vehículo de conexión con los empleados.
El máximo responsable de la entidad desgranó las estrategias y las nuevas áreas en las que queda parcelada la gestión. En realidad fue una declaración de intenciones cuyo cumplimiento se verá con el tiempo. El objetivo del nuevo Consejo no puede ser más claro: "ilusionar y agradecer a los 6.700 abonados que sigan con nosotros y recuperar la ilusión de los que no lo son y antes lo eran", aseguró Huguet.
"Si el mayor patrimonio del club, la afición", es primordial, también lo es "volver a la categoría perdida y desarrollar la cantera", dos prioridades que, junto a la anterior, configuran el soporte sobre el que girará la labor de los consejeros. "Sin conseguimos cumplir estos objetivos será más fácil sanear el club, algo que es una necesidad", indicaba Huguet a la vez que subrayaba que la situación no es crítica. Eso sí, a partir de ahora, "si no tenemos dinero para pagar gasolina, lo diremos. Tenemos la ideas claras y vamos a hacer un presupuesto ajustándonos a la capacidad de ingreso, porque hay que generar beneficios para pagar la deuda contraída. Tenemos que ser un equipo solvente lo antes posible".
El hombre de confianza de Antonio Muñoz se extendió sobre la cantera, "la línea maestra del Consejo". Avanzó que "si estamos en Segunda B, no habrá más de 16 profesionales y el resto será cantera; y si estamos en Segunda, los profesionales serán 18 y el hueco que quede, para la cantera". Huguet adelantó que el club está buscando a una persona "con conocimientos" que se haga cargo del desarrollo, la planificación y el seguimiento de la cantera en una ocupación que no será remunerada.
Potenciar la Fundación Cádiz C.F., coordinar los actos del Centenario de la entidad y actualizar la relaciones con los equipos de la provincia son otras de las estrategias que pondrá en marcha el Consejo de administración en esta nueva etapa.
Huguet anunció además la creación de áreas con las que lograr esos objetivos, que serán gestionadas por los consejeros (ver cuadro adjunto). "Es nueva forma de gestionar, los hombres que van a llevar esas áreas van a corregir lo que no hicimos bien en la etapa anterior. Vamos a ser un equipo, si pensamos nueve es mejor que uno", apostilló el presidente antes de advertir que los errores forman parte de la vida humana: "Sería de locos pensar que no nos vamos a confundir en algún momento".
La nueva cabeza visible del Cádiz tenía bien preparada la pregunta del millón. ¿Debe el Consejo rendir cuentas a la accionista mayoritario, Antonio Muñoz? ¿Tiene el Consejo capacidad para tomar decisiones sin tener que pedir autorización a los accionistas? Huguet aseguró que "todo está consensuado con el propietario, no se ha hablado nada de rendir cuentas, pero los accionistas querrán saber cómo van sus cosas".
La capacidad ejecutiva del Consejo es tal que el máximo accionista "no tiene poder para revocar decisiones, aunque sí para echarnos a todos los consejeros". El presidente insistió en que "no consultaremos nuestras decisiones, el Consejo será soberano y priorizará los criterios de gasto".
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