El Cádiz CF y el Real Zaragoza viven en dos mundos antagónicos que se ven reflejados con meridiana claridad en los banquillos. Mientras el equipo amarillo no conoce otro entrenador que no sea Álvaro Cervera desde su esperado retorno a Segunda División A -bajo su batuta consiguió abandonar el club la categoría de bronce-, la entidad aragonesa ya va por el séptimo técnico desde que ambas escuadras coinciden en LaLiga 1|2|3 en las últimas tres campañas. La estabilidad de uno contrasta con la inestabilidad del equipo que en teoría debería habitar en la división más alta.

El objetivo obligado de buscar el ansiado ascenso año tras año supone tanta presión en el Zaragoza que la tranquilidad salta por los aires en cualquier momento. Las consecuencias de tamaña exigencia las pagan los entrenadores.

Cervera saludará el lunes a Víctor Fernández, el tercer técnico -desde la 19ª jornada- que tiene este curso el conjunto maño. En el partido de la primera vuelta (0-1 para el Cádiz), dirimido el último día de noviembre de 2018, el preparador cadista se dio la mano con Lucas Alcaraz, que entonces era el entrenador del equipo blanquillo.

Pero hay más. Un mes antes, en el compromiso que la Copa del Rey deparó entre sureños y norteños, resuelto con triunfo de los gaditanos en La Romareda, el que dirigió a los locales fue Imanol Idiakez, destituido días más tarde.

Tres partidos del Cádiz contra el Zaragoza, tres entrenadores enfrente en un equipo que, lejos de pelear por el reto más ambicioso esta campaña, aún debe cuadrar las cuentas para concretar la permanencia.

La temporada 2071/18 sí fue más equilibrada para los maños. Una excepción en el contexto de una etapa convulsa. De hecho, Natxo González resistió todo el curso en el banquillo y logró meter a su equipo en la fase de ascenso con una gran remontada en la clasificación en la segunda vuelta, aunque después cayó en la primera eliminatoria frente al Numancia.

Nada que ver la pasada temporada con la anterior, cuando Cervera saludó a dos de los tres entrenadores zaragocistas en la 2016/17. El Cádiz se impuso 3-0 en la primera vuelta al equipo dirigido entonces por Raúl Agné, que había sustituido a Luis Milla.

El técnico ex cadista tampoco pudo sacar a flote a su equipo, que afrontó la recta final con César Láinez en el banquillo. Fue cuando los amarillos arañaron un empate en la capital aragonesa, la única vez que no han ganado en los seis duelos que han protagonizado en los últimos tres años.