La sexta victoria consecutiva del Cádiz CF en el campeonato supuso la tercera seguida fuera de casa, pero en esta ocasión el triunfo propició una recompensa añadida que refleja una novedad positiva como refrendo del trabajo desarrollado por todo el equipo. Todo le sale bien a un Cádiz CF que está inmerso en su mejor etapa de la temporada.

El conjunto amarillo consiguió por fin dejar la portería a cero en un encuentro de LaLiga 1|2|3 disputado a domicilio. No lo había logrado en las siete salidas anteriores hasta que en el estadio La Romareda echó el cerrojo y aprovechó el solitario gol de Dejan Lekic en la primera mitad para llevarse tres puntos de oro que extienden la racha positiva.

Una de las asignaturas pendientes era regresar de un desplazamiento, además del dulzor del triunfo, con la satisfacción de haber desactivado por completo el ataque del equipo que ejerce de local. Tardó tres meses pero aprobó el examen justo cuando está metido en una vorágine ganadora. De la protección de sus dominios se encargaron todos los jugadores con su esfuerzo y cuando los maños llegaron al área y dispararon a puerta se toparon con el acierto de Alberto Cifuentes.

La única vez que el Cádiz no había recibido un tanto lejos de su feudo había sido en La Romareda en el duelo de la Copa del Rey, cuando se impuso 0-1, el marcador que repitió el pasado viernes en el mismo escenario pero esta vez en una cita de mayor importancia como es la Liga.

Los amarillos siempre habían tenido que recoger el esférico en el interior de su portería en todos los compromisos del torneo doméstico. Eso sí, en siete de esos partidos sólo contabilizó un gol en contra y sólo en uno el rival marcó dos. Fue en el campo del Extremadura, cuando el cuadro azulgrana remontó en la segunda parte con un par de goles en dos minutos para superar 2-1 al Cádiz CF.

Aquel revés sufrido en Almendralejo es hasta la fecha la última derrota de la escuadra de Álvaro Cervera –tanto como local como visitante-. En los seis envites anteriores antes del duelo en territorio extremeño, el Cádiz CF siempre había recibido un tanto en sus comparecencias en otros campos: uno en Soria –empate a uno frente al Numancia-, en Mallorca -1-0-, en Albacete -1-1-, y en Tenerife -1-0-. Y después, también, ya con marcadores a favor. Ganó en Lugo -1-2- pese a que se adelantaron los gallegos y venció en Córdoba -1-3- tras reponerse del tanto del empate de los verdiblancos.

Con ocho goles de los adversarios, los gaditanos acreditan un promedio de un tanto en contra por partido en campo contrario. El balance es favorable porque acumulan nueve dianas realizadas. La explosión anotadora llegó a la vez que las victorias. Hizo media docena de goles en los últimos tres choques como foráneo cuando en los cinco anteriores se había quedado en tres. Un giro radical.