Tras la celebración del espectáculo itinerante de ópera llevado a cabo en Cádiz por el Teatro Real de Madrid, la Plaza de España se estrenaba como lugar de acogida de un evento cultural más de un año después del final de sus obras de peatonalización. A pesar de haberse llevado a cabo durante la tarde de un día laborable, la acogida del recital fue todo un éxito y sus vecinos así lo reflejan. 

Son muchos los residentes que ya venían reivindicando que la plaza, siendo un lugar emblemático de Cádiz y recientemente restaurada y peatonalizada, comenzase a tener un uso cultural y ocioso. "Era algo que veníamos reclamando desde hace tiempo por parte de la Asociación de Vecinos Murallas de San Carlos, prácticamente desde que nos quitaron el Concurso de Tientos", comentaba Ana María, una vecina. Muchos de ellos ven este espacio como una oportunidad para dotar a Cádiz y a la propia zona de una diversidad cultural que tanto la ciudad como el propio vecindario vienen pidiendo a gritos desde hace mucho.

Un lugar con dos grandes zonas abiertas en las que puedan celebrarse espectáculos y eventos alejados de los clásicos de Carnaval y Semana Santa. Para varios vecinos la oferta podría ser muy amplia; desde espectáculos musicales, artísticos y culturales hasta educativos o recreativos. Pudiendo así diversificar el rango de edad que pueda ser partícipe de estas actividades. 

Sobre el ruido que pueda ocasionar la celebración de este tipo de actos, la mayoría coinciden en que es completamente posible organizar dichos eventos en un horario que respete el descanso de los vecinos que habitan los alrededores de la plaza. Algunos, en cambio, no creen que el ruido pueda suponer un problema siempre que este venga acompañado de un aumento del ambiente y una revitalización de la plaza. Cabe recordar que a lo largo de los años se han celebrado eventos en otros lugares de Cádiz como San Juan de Dios o San Antonio, siendo esta última una plaza con una estructura más cerrada. 

Pese a todo, el uso de esta zona no debe significar un descuido del Monumento a la Constitución de 1812, como tampoco del mobiliario urbano o las zonas con césped. Se trata de utilizar un espacio recién renovado y peatonalizado para dotar a Cádiz de una diversidad cultural que tanto vienen echando en falta los gaditanos y que pueda servir para poner a la ciudad a competir con otras grandes capitales.