Primeros pasos para la obra de rehabilitación de Valcárcel en Cádiz
Tragsa, empresa a la que Diputación y Junta han encomendado los trabajos, ya licita los primeros contratos vinculados a la obra de consolidación del edificio que está previsto comenzar este otoño
La reversión del escenario actual del edificio Valcárcel en Cádiz y el inicio de su reconversión en sede universitaria está cada vez más cerca. A los trámites previos que vienen realizando administraciones como Diputación y Junta de Andalucía, que han garantizado ya los primeros 5,6 millones de euros para el histórico inmueble, se une ahora las gestiones de la empresa a la que se le han encomendado la primera fase de las obras. Tragsa (grupo empresarial de capital social íntegramente público y miembro de la Sepi) ya ha empezado los trabajos previos al inicio de unas obras que se esperan para este otoño y que tendrán una duración de un año.
Dos son los contratos que Tragsa ya ha sacado a licitación vinculados a la obra de Valcárcel. Así, por un lado, busca empresa que se haga cargo del servicio de gestión de residuos producidos en la obra; y, por otro, busca quien le suministre la ‘chapa colaborante’ que utilizará en las obras de consolidación.
Esto último se trata de un perfil de chapa grecada de acero que recibe ese nombre de chapa colaborante y a la que se atribuyen varias mejoras constructivas como la necesidad de un menor volumen de hormigón, más rapidez en la obra, un abaratamiento del coste. Especifica Tragsa que las que se usen en Valcárcel deberán ser “chapas colaborantes de acero galvanizado prelacado, con forma grecada, de 1 milímetro de espesor de chapa y 60 milímetros de canto”. Y calcula que necesitará 4.500 metros cuadrados de este material, para lo que tiene previsto emplear 120.150 euros.
Una partida económica similar (de 209.966,52 euros, en concreto) destinará Tragsa para contratar el servicio de gestión de residuos producidos en esta obra de Valcárcel. Y es que en una estimación inicial se calcula que habrá que retirar 140 toneladas de tierras y piedras, 3.350 toneladas de hormigón, 17.500 toneladas de tejas y materiales cerámicos y otras 3.350 toneladas de residuos de decontrucción y demolición. Además, se ha calculado también la retirada de 210 toneladas de madera, 32 toneladas de papel y cartón, 130 toneladas de vidrio no reciclable, 14 toneladas de plástico no reciclable y 370 toneladas de yeso y pladur.
Ambos contratos (el suministro de ese forjado de chapa y la retirada de más de 25.000 toneladas de residuos del edificio) están ahora abiertos a la recepción de ofertas (hasta el 25 de agosto para las chapas colaborantes y hasta el 22 para la gestión de residuos).
Estas actuaciones ya iniciadas por Tragsa sirven para dar cuenta del calado de unas obras que se han presupuestado en 5.644.161 euros y que necesitarán doce meses, que es el período previsto para que culmine esta consolidación de Valcárcel que permitiría, en una segunda fase, acometer la obra que se vinculará directamente con el uso que la Universidad de Cádiz decida dar al edificio.
El recorrido de Valcárcel
Según el acuerdo alcanzado entre Junta, Diputación, UCA y Ayuntamiento, la administración andaluza y la provincial han aportado esta primera partida económica (de la que se utilizarán 2,2 millones de euros este año y los otros 3,5 millones en 2026) para garantizar la continuidad del edificio. Así, la UCA tiene aún por delante un año para decidir qué estudio, servicio o departamento quiere implantar en Valcárcel. En este sentido, todo hace pensar que será el nuevo grado de Farmacia que se pretende impartir en Cádiz a partir de 2028 y que comenzaría con 60 alumnos.
Si se confirma esta opción de la UCA, a partir del otoño de 2026 podrá iniciarse la obra necesaria para implantar esas aulas, talleres, despachos y otras estancias de la futura facultad, contando por tanto con un período de prácticamente dos años para dejar listo Valcárcel hasta que en septiembre de 2028 comenzara ese nuevo grado sanitario.
Y en paralelo a esto, conviene recordar que el Ayuntamiento ya trabaja en su plan de aprovechar el derribo de las naves traseras del edificio (que se incluye en esta obra que comenzará ahora Tragsa) para urbanizar una plaza pública que se abrirá al barrio de la Viña y que pretende también conectar con una nueva calle lateral a Valcárcel (entre el histórico edificio y el futuro hotel de Zaragoza Urbana) que conectará el Mercado Central con la playa de la Caleta a través de Callejones de Cardoso, José Cubiles y Corralón de los Carros.
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