El año en que el Carmen se 'mudó' a Isabel La Católica
En 1936, la Virgen del Carmen de Porta Coeli y la comunidad de las carmelitas de Argüelles vivieron en la casa que tenía la familia Supervielle y Marzán
Además de la Virgen del Carmen que hoy saldrá en procesión por las calles del Mentidero, en la iglesia de la Alameda se venera otra imagen de la misma advocación más conocida como la Virgen de Porta Coeli, por presidir la capilla de este nombre en el interior del convento carmelitano. Asimismo, además de la comunidad de carmelitas descalzos, en la ciudad existe también la comunidad de carmelitas descalzas, emplazadas en el convento del Corpus Christi de la plaza de Argüelles.
Y estas dos muestras de la presencia del Carmen en Cádiz convivieron durante un tiempo en una finca particular de la ciudad. Fue en el año 1936, cuando el Carmen vivió en la calle Isabel La Católica.
Con motivo de los sucesos que acaecieron en aquel tiempo y que afectaron al patrimonio de diversas iglesias de la ciudad, los todavía recordados carmelitas Redento y Donato decidieron trasladar a la Virgen de Porta Coeli hasta la casa de Guillermo Supervielle y María Teresa Marzán, en la esquina de Isabel La Católica y Fermín Salvochea.
La familia Supervielle recuerda ahora cómo los dos carmelitas llegaron a la casa "con una carreta y un inmenso bulto cubierto por una tela de arpillera". Además, también recuerdan cómo el peso de la imagen motivó que quedara resguardada en el piso bajo de la casa, "en una habitación tras el despacho de Guillermo Supervielle".
Coincidiendo en el tiempo, también buscaron refugio en la finca de los Supervielle las carmelitas descalzas de Argüelles, que quedaron recogidas y que, como cuenta la familia, vestían de particulares con ropas de las hijas de Guillermo Supervielle.
De igual forma, en esta casa de Isabel La Católica también encontró refugio el misterio del Caminito, que ocupó la primera planta y a la que los siete hijos del matrimonio Supervielle Marzán "se despedían con un beso a la Virgen antes de acostarse".
Con motivo de estos hechos, asegura la familia que Guillermo Supervielle comenzó a recibir amenazas de muerte, algunas reflejadas en el portón de la casa, lo que llevó a este gaditano de origen francés a enviar a su esposa y sus siete hijos a Portugal, a la localidad de Loulé, por su seguridad. Una sola vez dicen que se ausentó Guillermo de Cádiz, por la comunión de su hijo Federico (fallecido recientemente y que era hermano número 1 de la cofradía del Carmen); y a su regreso encontró numerosos daños en la finca. Pero ni las monjas carmelitas, ni el personal de la casa, ni las imágenes de Porta Coeli ni del Caminito sufrieron daños personales de ningún tipo.
Fruto de estos hechos, la familia Supervielle Marzán estrechó los lazos de unión con el Carmen y con la diócesis de Cádiz y Ceuta. Así, como explica ahora la propia familia, el obispo Antonio Añoveros entregó en agradecimiento un crucifijo en plata de ley de grandes dimensiones que en el año 2001 fue devuelto por la familia y que hoy se encuentra en la sacristía de la parroquia del Rosario.
Además, la Virgen de Porta Coeli -que tallara el genovés Antón María Maragliano- posee una diadema de plata que donaran los hijos de Federico Supervielle, el menor de Guillermo Supervielle que fallecía hace hoy dos meses. Precisamente, dada la estrecha vinculación de la familia y de Federico, hermano número 1 del Carmen, con los carmelitas, en la misa de corpore in sepulto de éste fueron trasladados sus restos hasta los pies de la Virgen de Porta Coeli. La imagen que vivió en 1936 junto al Caminito y a las carmelitas descalzas en la calle Isabel La Católica.
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