El PP pierde a su delfín

El Partido Popular había orquestado en la ciudad una cuidada, y soterrada, campaña que tenía como objetivo más allá de la recuperación de la Alcaldía un problema mucho mayor: la sustitución de Teófila Martínez. La gente se preguntaba qué haría el PP cuando llegara la hora de que la exalcaldesa decidiera dejar su puesto, quién sería el delfín que la sustituyera. Pero en el PP ya tenían la solución, desde antes incluso de la convocatoria de elecciones del pasado 2015. Un joven concejal que había entrado en 2007 a formar parte del equipo de Teófila Martínez y que en cuatro años pasó del puesto 18 de la lista al número 8 era el elegido. Su nombre, Bruno García León.

La maniobra pasaba en estos próximos años, hubiera o no gobernado Teófila desde mayo de 2015, por compatibilizar un puesto discreto dentro del grupo municipal (el número 6) con una participación cada vez más activa en el día a día. El PP era consciente de que otorgarle a García la portavocía, por ejemplo, no haría sino desgastar su figura. Y Bruno se había convertido en el rostro amable del partido. Era el candidato perfecto.

No en vano, en las negociaciones entre el 24 de mayo y el 13 de junio su nombre ya salió como sustituto de la hasta entonces alcaldesa de la ciudad, en aquella ocasión impuesto por el PSOE en una negociación que no llegó a ningún sitio.

Así andaba el PP cuidando a su candidato como si de un futbolista entre masajes y baños se tratara cuando de repente el plan ha estallado por los aires. Bruno se marcha, se aleja de la política. Y el PP se queda sin delfín.

La noticia saltaba en el día de ayer en los periódicos de la provincia. García León "se cae de la lista del PP al Congreso", decía este periódico. García era propuesto para repetir en el puesto 5 de la lista por Cádiz, pero seis meses después de las últimas elecciones generales era sustituido por su compañero en el Ayuntamiento Ignacio Romaní.

Era el propio Romaní ayer quien aseguraba a este medio que el cambio era del todo normal porque el PP buscaba a una persona que pueda estar involucrada al cien por cien en la campaña, algo que Bruno García no puede hacer en la actualidad "por asuntos laborales y también personales". Ahí, precisamente, está la clave del asunto. Fuentes cercanas al partido han indicado que Bruno García ha comunicado su decisión de centrarse de lleno en su labor profesional. Sí seguirá ocupando su sillón en el Salón de Plenos y trabajando en la oposición; pero nada más.

Licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y con un máster en Económicas, su carrera profesional había quedado prácticamente aparcada en la última década por su ingreso en la política municipal, donde ha desempeñado importantes áreas de gestión al frente de Turismo, Fomento o Nuevas Tecnologías que le han ocupado por completo. Tras el varapalo del pasado mayo y el paso a la oposición, la vida ha cambiado por completo para los concejales del PP, que ya no tienen dedicación exclusiva en el Ayuntamiento. Y mezclar ahora trabajo con campañas políticas o con un futurible asalto a la Alcaldía sería prácticamente imposible.

García, por tanto, ha decidido centrarse en su profesión -dicen los más allegados que en septiembre pondrá en marcha una nueva actividad profesional en su Jerez natal-. Y esto deja al PP sin delfín. El guión que tenían preparado los populares para 'salvar' la difícil papeleta de relevar a Teófila Martínez al frente del grupo municipal y volver al mismo tiempo intentar ganar la Alcaldía ha ido directamente a la basura. Así que el Partido Popular se enfrenta ahora a un nuevo folio en blanco sobre el que comenzar a escribir de nuevo la historia de una sucesión complicada por el fuerte liderazgo e impronta que Martínez ha dejado en estos años de hegemonía municipal.

De algún modo, Romaní ya hacía ayer referencia a esto, sin querer entrar en el fondo del asunto. "En el equipo de Cádiz hay gente que ha dejado muy bien preparada Teófila Martínez y cualquiera de ellos puede hacerle frente a los candidatos de los otros partidos", comentaba el portavoz municipal a este medio al ser preguntado sobre posibles alcaldables.

Pero aunque Romaní diga eso, lo cierto es que eliminado Bruno García, pocas opciones se presentan a día de hoy claras para el PP en el Ayuntamiento. Fuentes cercanas reconocen que en el actual grupo municipal no hay sustituto posible descartado García; y en la militancia tampoco se vislumbra a un candidato claro.

No obstante, también recuerdan que Teófila Martínez llegó al PP de Cádiz siendo casi una desconocida en 1995 y a partir de entonces fue arrasando cada cuatro años hasta ahora (donde el PP ha vuelto a ganar las municipales pese a no conseguir el gobierno, precisan las fuentes consultadas).

Al escenario de incertidumbre que deja Bruno García con su decisión se une la indecisión que sigue habiendo en un grupo que está de reojo pendiente de Madrid. Ya anunció este periódico que el resultado electoral del pasado diciembre podría ocasionar importante cambios de cara al futuro -ante una posible marcha de Teófila Martínez a alguna institución del Gobierno central, si seguía gobernando el PP-. Esa incógnita seguirá sin resolverse hasta que no se repitan las elecciones el 26 de junio. Y a la marcha de Martínez se une también ahora un posible adiós de Romaní -"Si salgo elegido sí que habría que replantearse el tema", decía ayer tras conocerse que será el quinto de la lista de su partido-, lo que puede precipitar cambios en un PP que se ha quedado sin delfín de cara a la carrera electoral de 2019.

En el lado positivo, cuenta el partido con sede en Cánovas del Castillo con la ventaja de que el adiós de Bruno García se produce justo cuando se cumple un año de la actual legislatura. Lo que quiere decir que si ninguna moción de censura lo remedia, aún quedan tres años por delante para encontrar una solución.