El Obispado envía 16.000 euros al cura diocesano que está en Ecuador
La respuesta de la Iglesia gaditana servirá para ayudar a la parroquia donde ejerce Andrés Drouet
La tragedia que azota Ecuador en los últimos días se ha dejado sentir de manera notoria en el Obispado de Cádiz. Y es que en una pequeña parroquia ecuatoriana se encuentra ejerciendo su labor como misionero un sacerdote diocesano, Andrés Drouet, desde hace varios años que decidió emprender esta nueva misión en su actividad pastoral. Se da la circunstancia, además, que la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús se localiza en Manta, una localidad costera al Oeste del país que ha sido de las más afectadas por el seísmo del pasado día 16.
Ante la situación a la que ha tenido que hacer frente Drouet y la petición de ayuda que hace unos días lanzaba en una comunicación que pudo mantener con Cádiz (de la que ya informaba este periódico la pasada semana), el Obispado de Cádiz ha decidido enviar 16.000 euros con carácter urgente para atender las necesidades del pueblo ecuatoriano.
Según informaba ayer el propio Obispado, tras conocer las circunstancias concretas y las necesidades de la localidad donde se encuentra el sacerdote diocesano (donde se han instalado carpas para atender a los heridos), "el obispo ha decidido transferir a la cuenta de la parroquia donde ejerce su labor pastoral el sacerdote diocesano 16.000 euros, suma que es fruto de lo que cada parroquia de la diócesis aporta al Fondo de Ayuda al Tercer Mundo".
Esta ayuda enviada de manera urgente se une a la campaña que Cáritas puso en marcha a raíz del terremoto, manteniendo activa una cuenta bancaria (ES08 2103 4000 64 0030000001, en la entidad Unicaja) para recibir donaciones de aquellos que quieran colaborar con las víctimas del terremoto (quienes deberán indicar el concepto Ecuador al realizar la donación).
En una reciente comunicación a través de correo electrónico de Andrés Drouet, enumera cómo tras el terremoto del día 16 se han ido sucediendo "una serie de réplicas de distinta intensidad". "La tierra se mueve bajo nuestros pies, muchas casas caen ante nuestros ojos, pero nuestro corazón sigue en pie y nuestra fe se fortalece cada día más", informa el misionero desde Ecuador.
Y es que Andrés Drouet ha querido enviar a la diócesis gaditana un mensaje de optimismo en medio de las consecuencias catastróficas en la que se desenvuelven en Ecuador estos últimos días. Para ello, indica que la figura de María está sirviendo de "modelo de fortaleza, serenidad, paz y confianza plena en la voluntad del Padre". "Ella al pie de la cruz mantuvo la calma y la confianza en Dios, en el momento más duro de su vida, nunca se tambaleó, sabía quién la sostenía, como nosotros lo sabemos", sigue contando en su escrito el sacerdote diocesano, que frente a las "imágenes del horror y la destrucción que la naturaleza ha causado", prefiere quedarse con esas otras imágenes "que son prueba evidente del amor de Dios y de la Esperanza", como la de la cadena de voluntarios que traslada las provisiones que ya han recibido en Manta para hacer frente a la situación crítica que viven desde el pasado día 16 de abril.
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