Luz verde a un hotel con piscina en la calle Flamenco
La Junta de Gobierno Local otorga licencia a este equipamiento, que contará con 3 estrellas y 37 habitaciones
Era uno de los proyectos en el aire por la intención de suspender nuevas licencias
El propósito del gobierno local de suspender las licencias para nuevos hoteles en Cádiz no ha salido adelante por ahora, a la espera de ese acuerdo con el PSOE que permita aprobarlo en Pleno. Y es en este intervalo donde poco a poco van obteniendo permiso esos proyectos que quedaron en el aire cuando Adelante Cádiz hizo pública su intención y llevó el asunto a Pleno. El último caso es el del proyecto de construir un hotel en la calle Flamenco, que el pasado viernes recibió la autorización por parte de la Junta de Gobierno Local.
En concreto, el recién aprobado se trata de un hotel de tres estrellas y 37 habitaciones (cuatro de ellas tipo suite) que se va a levantar en el número 12 de la calle Flamenco, a escasos metros de Nueva, donde en su día se localizaba el obrador del popular horno Mikay. Un edificio de 1.565 metros cuadrados con planta baja y dos en altura que estará rematado por una piscina en la cubierta y solarium y que además contará con un espacio de 200 metros cuadrados para eventos y celebraciones.
El proyecto, gestionado por la firma gaditana Finversur, ha sido diseñado técnicamente por La Consulta Arquitectos y Arquitectura de Guardia, que tienen sedes en Málaga y Cádiz. Las obras tienen un plazo de ejecución de entre diez y doce meses, por lo que la intención es que el nuevo hotel pueda estar funcionando “antes del Carnaval de 2022”; una fecha crucial puesto que se entiende que ese año será el de la recuperación de un Carnaval que no se celebrará en 2021 a consecuencia del coronavirus, epidemia que se confía dar por vencida a lo largo del próximo año.
A la espera de iniciar las obras de rehabilitación de la finca y adaptación a su nuevo uso, Finversur parece haber encontrado ya la firma hotelera que se encargará de explotar el hotel una vez esté lista la obra. Por tanto, la intención es que en el plazo de poco más de un año el casco histórico cuente con un nuevo hotel, cuya licencia vieron peligrar los promotores hace meses.
Se suma este edificio de la calle Flamenco a otros proyectos recientemente aprobados como el hotel de Columela (cuya gestión también realiza Finversur, especializada en la inversión inmobiliaria, entre otras actividades), que también contará con una piscina en la cubierta, un atractivo en clara expansión en las azoteas de la ciudad; el de la calle Cánovas del Castillo; o los apartamentos turísticos de la Plaza del Palillero. Futuros negocios de hospedaje que van a ver la luz gracias al rechazo del pleno a esa moratoria de licencias que ahora el equipo de gobierno negocia con el PSOE para aprobarlas de manera definitiva.
Sin inversiones futuras
Los promotores de estos proyectos que a cuentagotas están logrando recibir la licencia que un día pendió de un hilo coinciden en localizar el problema más allá de esa docena de negocios de hospedería que estaban pendiente de autorización; “han paralizado cualquier inversión porque el interés por suspender las licencias sigue encima de la mesa, lo que provoca una gran incertidumbre en los inversores”. Y donde hay incertidumbre, no se invierte.
Promotores del sector consultados a este respecto señalan que en contra de lo que supuestamente pretende el equipo de gobierno, esa suspensión de licencias viene a beneficiar a las viviendas con fines turísticos (VFT). “Se les están quitando competencia al eliminar inversiones en apartamentos turísticos y en hoteles, por lo que las VFT se quedan con el mercado del hospedaje en la ciudad”, trasladan, asegurando que los promotores hoteleros y el Ayuntamiento tienen el mismo interés: “limitar las VFT”, aunque en el planteamiento municipal los únicos límites se les ponen a los hoteles (que no podrán levantarse, si se aprueba la medida en algún momento, en suelo que el PGOU recoja como residencial). “Es difícil de explicar”, lamentan.
Frente a la postura de Adelante Cádiz, los promotores afectados plantean medidas ya planteadas en el seno del Ayuntamiento, como establecer “medidas fiscales que hicieran que la VFT no fuera rentable frente al alquiler de larga duración”; entre esas medidas se recuerda la bonificación del IBI al alquiler de larga duración, aumentar la inspección sobre las VFT “o como hacen algunos ayuntamientos: garantizar el cobro del alquiler de larga duración a los arrendadores”.
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