La Agencia Tributaria presentó hace una semana un escrito en la Fiscalía por indicios de delito contra la Hacienda Pública por parte de la empresa Olivia Petroleum. Esta compañía tiene su epicentro en el territorio nacional en Cádiz, concretamente en las instalaciones en el recinto fiscal de la Zona Franca de Cádiz, así como en el muelle del Bajo de la Cabezuela, en terrenos de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz. Esta empresa tiene varias actividades, pero entre ellas se encuentra la del comercio de hidrocarburos y también la de la compra de aceites usados que, tras un proceso, puedan ser convertidos en biocombustibles.

El año pasado se llevaron a cabo registros en las sedes de Olivia Petroleum, tanto en la que tiene en Cádiz como en la de Madrid, a resultas de la cual se pusieron una serie de medidas cautelares que ahora se han visto ampliadas consistentes en el embargo de las cuentas entre otras.

Según refleja la Agencia Tributaria en su informe del 29 de mayo de este año, la cuota presuntamente defraudada a la Hacienda Pública Estatal es de más de 40,3 millones de euros por el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) sólo por el período de 2021.

La AET dice que la sociedad en ese año “respecto a una parte significativa de sus ventas de hidrocarburo defrauda el IVA correspondiente a las mismas, no repercutiendo ni cobrando, improcedentemente, a sus clientes destinatarios reales (gasolineras fundamentalmente) las cuotas de IVA devengadas con ocasión de dichas ventas.

Para ello utiliza, según la AET, “un complejo sistema de defraudación basado en dos grupos de conductas defraudatorias”.

Por un lado, interpone a una serie de sociedades instrumentales que la AET llama subcuentas. Estas son fundamentalmente Grufium Combustibles SL y Opercarburos SL y, en menor medida, Maxoil Petroleum y Buran Operadora SL Unipersonal.

Por otro lado, simula transmitir en régimen suspensivo (sin devengar Impuestos Especiales) el hidrocarburo de su propiedad depositado en CLH (Exolum) a otros depósitos fiscales “para, con la connivencia de los mismos, no proceder a la descarga real de la mercancía en dichos depósitos”.

El informe de la AET también relata que “dicha conducta defraudatoria por la vía del IVA devengado se completa con otros comportamientos defraudatorios por la vía del IVA soportado deducido: las sociedades interpuestas Grufium Combustibles y Opercarburo se dedujeron en sus respectivas autoliquidaciones cuotas de IVA ficticias procedentes de la recepción de facturación presuntamente falsa o directamente inventada, sin ninguna justificación real”.

La AET asegura que la empresa utilizó “un complejo sistema de defraudación”

En el extenso informe se llega a decir que tanto en Olivia Petroleum SAU como en las dos subcuentas principales, Grufium Combustibles y Opercarburos, “se han nombrado como administradores a personas con claro perfil de testaferros, ocultándose a los verdaderos responsables que estaban al frente de la gestión y dirección de las mercantiles”.

El modus operandi hacía que Olivia Petroleum simulaba realizar ventas de hidrocarburos a estas subcuentas “con las que se ha concertado la defraudación. Alegando de forma dolosamente incorrecta que las citadas ventas se realizaban en régimen suspensivo, no repercutía a estas sociedades ninguna cuota de IVA”.

También se dice que “de forma simulada”, las entidades Grufium Combustibles y Opercarburo simulan vender los hidrocarburos a los destinatarios finales (gasolineras) “realizando ventas a pérdidas, al realizarlas a un precio inferior al coste por el que dichos productos se adquirieron simuladamente a Olivia Petroleum”. Añade que estas ventas se realizan directamente a las gasolineras “mediante la interposición de tantas sociedades como considerasen necesario para alejar el foco de Olivia Petroleum, pero todas ellas con un denominador común: la venta a pérdidas”.

La AET estima que la clave para hacer viable económicamente “la estructura defraudatoria diseñada es que la trama se apropia de la cuota de IVA que repercute a sus clientes finales, haciendo altamente lucrativas dichas operaciones y permitiéndole rebajar ilícitamente los precios, expulsando del mercado a aquellos operadores que cumplen con la normativa tributaria”.

Afirma también que hubo autoliquidaciones de IVA ficticias con facturación “inventada”

Por otro lado, la AET refleja que Olivia Petroleum “simula transmitir en régimen suspensivo el hidrocarburo de su propiedad depositado en CLH a otros depósitos fiscales para, con la connivencia de los mismos, no proceder a la descarga real de la mercancía en dichos depósitos, sino realizar únicamente un cambio de papeles y emisión de albaranes de un producto que no llegaba a entrar en sus instalaciones para permitir un transporte directo desde las instalaciones de CLH hasta los clientes finales (las estaciones de servicio”.Así, la introducción en estos depósitos fiscales sólo puede calificarse como ficticia, “con el único fin de ocultar el devengo del IVA en estas operaciones a la salida del depósito fiscal de CLH al beneficiarse de la exención del IVA y del Impuesto Especial de Hidrocarburos que establece dicho régimen”.

En las medidas cautelares se dice que ahora mismo que con el patrimonio y la facturación que tiene Olivia Petroleum, no podría afrontar el pago del débito.